De lo hermoso que es su verde, la hierba parece coloreada para la ocasión. Como el cielo, que es de un azul más propio de un cómic, por lo radiante y luminoso. O el ocre del camino o el blanco de las...
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Y el 23, La suave piel de la anaconda visitará Madrid.
49 comentarios:
¿Así debe ser el cielo? Inspira calma tu cielo.
El cuento me ha encantado pero en cualquier caso, he de confesarte que conociéndote, me esperaba un final más truculento.
Jejeje
Me recuerda aquellos acaramelados carteles de promoción del PSOE en la Transición en que se veían parques y familias felices...todo muy de colorines (jilguero pinto ¿nueva especie?)
Muy "cristiano" te veo... Pero, aun en el cielo, los pájaros también deben cagar. Es su naturaleza.
Invitado a una fiesta equivocada, es lo que toca tarde o temprano.
Creo que ha tenido suerte Arturo, pues tras tan terrible accidente, de haber sobrevivido, seguramenta hebría tenido que enfrentarse a alguna tara... además de a la descomunal crisis.
Saludos.
¡ay, que ganas de llorar se me han puesto!
biquiños,
Ay... a veces... veo muertos
Una muerte de sopetón descoloca un poco...Idílico cielo ha construido, Don Raúl...
Besos desde el aire
Me ha encantado Raul, y tu cielo mola. Coincide con el mío, fíjate. Beso y que te vaya genial en Madrid.
Seguro que con ese nuevo libro también tocas la gloria...
¿Después vendrá la historia antagonista? ¿Cómo sería si en vez de al cielo hubiese ido al infierno? Es que no me imagino pasando la eternidad dando de comer a los jilgueros...
Este relato para aquel proyecto, ya sabes.
Yo te guardo el marrón de Aragón para esa suave piel...¿Hace?
Besicos
La muerte y los parajarillos, han sido compartidos por ambos en nuestras entradas.
Un beso
¡Oh cielos!
espero poder saludarte el día 23
Aún con el peso de mi agnosticismo, me gusta el contenido emocional reflexivo y el clima evanescente que le has dado a este relato, Raúl.
Un abrazo.
P.D. Gracias por corresponder mi visita con la tuya. Te agradezco el comentario.
Fíjate que aunque nos llevas sensorialmente a un lugar idílico como sólo tú sabes hacer, queda una sensación final de soledad, de vacío que hace que no apetezca para nada visitar esa encina.
Que vaya todo stupendo en los Madriles!
Besito
La muerte no siempre es gloria, te lo dice Mario Melendez:
Me sobra un muerto, me sobra
me sobra un muerto y no soy yo, quién es
y viene de la levadura y de los precipicios
me sobra un muerto
un muerto martillándome la piel
me sobra un muerto y no soy yo
porque estoy vivo y lo presiento
lo respiro, y cae de la manga de otro muerto
y cae y cruza mi camisa, y da la vuelta
y sigue y sigue en mi esqueleto, un muerto
un muerto en mi esqueleto, instalado de por vida
un muerto me sobra y no soy yo
y llora y grita y ríe con su carcajada demoniaca
un muerto, un muerto sagrado
un muerto en el gemido del espanto
un muerto derramado en mi garganta y en mi sed
con su ceniza de elefante
en el vinagre, en el aliño de los años
un muerto rodeando los cristales
en las babas, en el pus, en los gusanos malolientes
defecando un muerto sus palabras
o en la suma de las voluntades o en ninguna
o en la roca de las rocas, trapicado el invencible
el muerto agujereado por los otros
inmutable en el zarpazo, en la estocada del olvido
me sobra, me sobra un muerto y no soy yo
porque patea y raspa
engulle con su dentadura cavernaria
hasta rozar por fin la sal del universo
Idílico sí pero confuso..tanto paseante tanto pajarito..por aqui tenemos un parque así. El viejo no se te acerca pero sonrie.
Me ha sorprendido ese final...como es habitual emocionante.
Saludos
Me gustó la historia, tiene además un final impecable y te expresas de una forma cercana que invita a seguir leyéndote.
Besos
En la gloria estaré si, además de en los madriles, vuecencia se digna presentar su obra en ciudades mediterráneas donde es muy querido...
Un abrazo.
si el cielo es así, estaremos en la gloria...
Siempre me gustaron los jilgueros pintos. Por cierto estas viendo American Horror Story?... Me da que si
Bueno este cambio de registro tuyo , me ha gustado. Abrazos
Si, si, si....a mi tampoco me transmite mucha paz el relato, lo que m transmite es tristeza por el protagonista, pue lo veo perdido y solo a pesar de la compañía divina. Me imagino a mi misma en esa situación y me acojono.
Me ha encantado, Raul.
Buenos díasss!!
María.
Me entran ganas de no morirme, para no encontrarme con los pajaros. Nunca imagine pajaros por esos parajes..crei que los dejaria todos aqui..
La muerte suele tener un toque absurdo y, en cierto modo, también tu relato lo tiene. Aunque esta vez el que se siente desconcertado con la muerte es el propio muerto.
Ese enfoque me ha divertido bastante.
Además, me ha parecido una muerte bastante amable. Para lo que viene siendo la vida en estos tiempos, hasta apetece subir hasta la encina.
Y yo que mañana pensaba ir al parque con los niños ( sonrío)
Excelente relato, lleno de esos detalles maravillosos que amo leer.
Un besito.
La percepción de la muerte inunda el relato pero la historia está llena de tenura y de imágenes muy bien utilizadas
Bueno, buenísimo
Un brazo
La sombra de la muerte cubre todo el relato,pero la historia estremece por la ternura de esos personajes y por las imágenes tan bien utilizadas. Veo el parque, el banco, los pajarillos, el alpiste.
Me emociono.
Un abrazo amigo
Supongo que ese será el cielo para Arturo. Si fuera así para todos.... que tostón de pajaritos.
Saludos.
Tanta ternura, poesía, como un renacimiento.
La muerte puede ser también suave.
Un beso
Algo tipo Doctor Caligary ya barruntaba. ¿Para cuando una entrada cómica (o tragicómica, al menos)? Saludos.
Ay, chico. Ganas tengo de NO dar de comer alpiste en muuuuchos años. Yo quiero seguir aquí, dando guerra, riendo, sufriendo, saltando, llorando... VIVIENDO.
Un relato precioso, as usual!!
Muaaaaa,
¡Hola!
Almenos desde este momento tengo otra vision de la muerte.
Gracias.
Saludos de J.M. Ojeda.
Buena semana.
P.D. De todas formas tampoco se tiene prisa por encontrarse con el abuelo...
Acceder al área de comentarios a través de un enlace que da cuenta de las almas que han pasado ya, es especialmente indicado en este relato, donde das cuenta de tan artúrica muerte.
Compruebo con regocijo que en en mi ausencia ha empezado a serpentear una anaconda en tu espacio, y ya estoy deseando pasar los dedos por esa piel, e incluso dejar que insinúe una dentellada gigante, como aquélla que casi le dio una a nuestro amigo Félix (que también está en la gloria).
Un abrazo.
LLegar al final del cuento ha sido extraño para mí. Esa encina inmensa la veo siempre, milenaria y llena de pájaros..
Inmenso también tú.
Un beso!
Al final todos seremos ese ser que no sabe donde está. Ni si quiera sabe que está muerte. Ni si quiera sabe que existe. Pero existe.
Enhorabuena por el libro. Que tengas éxito.
Un abrazo.
Si existe amigo mío que sea así
Un besote y suerte en Madrid
Morir ha de tener poca gracia. Ni lo bucólico debe de poder arreglarlo. Pero en el caso de que llegue, no me importaría que el garaje donde me metan tenga estas vistas.
Un relato excelentemente escrito.
JC
Como una inquietante caricia. Suave, sí, pero...
Ay, Raúl, yo me quedo en la tierra!
Besos
Así debe de ser,
con esa serenidad y equilibrio,
sin prisas
intemporal...
tu relato me sabe a gloria...
jajaja
una metáfora
Bonita parábola sobre el sueño eterno. Un hermoso paraje, la compañía de un anciano afable, los pajarillos. Un saludo
Me encanta cómo construyes ese cielo, o cómo lo "deconstruyes". Magnífico, Raúl, ya tengo ganas de que caiga en mis manos esa suave piel de la anaconda, un animal que te ahoga suavemente, como el desamor de tus relatos.
"...pero los muertos estamos en cautiverio y no nos dejan salir del cementerio"
La gloria es saber que Arturo no se siente solo.
Saludos
Tanta tonalidad de cómic, tanta candidez presagiaba lo siniestro por venir. Ya me daba escalofríos.
Mis felicitaciones más sinceras, querido Raúl, por esa Piel de anaconda que ve la luz. Como cazadora, feliz de ver cómo se multiplica la fauna.
Te envuelvo en un suave (e inofensivo) abrazo.
Yo es que estoy en otra onda...
Èrase una vez una princesa de un bosque...Hola, hola,...
que se encontró con un príncipe de charla risueña y fácil (me recuerda a alguien)Estaban muy acaramelados y fascinados los dos
no estaban muertos!!
Estaban de parranda...
Kuss
Como se suele decir, que nos esperen allí muchos años..
De todas maneras, antes los cielos estaban llenos de huríes y mesas repletas de manjares y heavy metal a tope, ahora te dan migas para los pájaros y vas que chutas... y como se te acaben, a ver qué haces el resto de la eternidad..., hay que joderse con la jodía crisis ;-)
Morirse no debe ser tan malo...porque casi nadie regresa... yo creo que hay una etapa para todo y cuando ya se ha vivido de más, se empieza a sufrir de menos.
Como te conozco no me encariñé con el chico ( sonrío) sabía que tarde o temprano lo matarías.
Un besito.
Emocionante relato, conmovedor, como una caricia a la muerte. Así creo yo que es, con ese contenido, quizás con otro paisaje y diferentes actores....pero con ese momentum, y el Sol-luz rebozando todo....gracias!
Suerte en la presentación...si cayerá cerca vendría..pero no es el caso...
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