jueves, 1 de marzo de 2018

Amor, amor, amor

Las palabras que dicen los enamorados en momentos como estos, están cargadas de una emoción que todo lo deforma y lo enturbia. Únicamente el silencio tiene la capacidad, la crueldad precisa, de devolverles a la tierra.
Cris y yo nos hemos quedado callados, cogidas nuestras manos y fijas las miradas en las del otro, unos pocos segundos después de habernos jurado amor eterno.
No hacía dos horas que nos conocíamos y ya cerrábamos el mundo entorno nuestro. Habíamos hablado sin parar desde el primer momento, chisposos, animados por no sé qué fuerza arrebatadora. Habíamos bailado tarareándonos al oído, de forma dulce y melodiosa, los sones de una canción que ya sería nuestra para siempre. Nos comimos, compartiéndolo a lametones, un helado de turrón, sabor que, entre risas que sonaban a caricias, coincidimos en decir que era el que más nos gustaba a ambos. Perdimos el aliento de tantos besos que nos dimos. Casi mordiscos. Nos precipitamos haciendo planes de viajes exóticos a países imaginarios o a islas vírgenes que no salían en ningún mapa. Nos brillaron los ojos al descubrir que teníamos los mismos gustos para los estampados de la tela del sofá, que decidimos compraríamos para el piso que en breve compartiríamos, donde acordamos sin mayor trauma que criaríamos a tres hijos, cuyos nombres también salieron de forma espontánea y sin controversia. 
Y ahora, con las manos enlazadas y en silencio, en mitad de una tarde que se acaba, sometidos a una brisa un tanto molesta, algo fría y bastante húmeda, me doy cuenta de que empieza a costarnos mantener las acarameladas miradas de hace un rato. Y que al tiempo que han ido remitiendo los emocionados jadeos, hemos recompuesto el ritmo cardíaco y la cordura ha comenzado a llenar el vaso de un adiós que me resulta evidente, cuando Cris, un tanto turbada e incómoda, me ha soltado las manos y ha llamado a un taxi.


Enero 2011

2 comentarios:

Elena Casero dijo...

lo que dura el amor.

Besazos

Anónimo dijo...

De existir, el amor es algo más fugaz que un suspiro.
Genial.

JC