jueves, 11 de septiembre de 2014

Juicio al arte

Cuando se quedaba dormida se le dibujaba una mueca estúpida. La boca se le caía por las comisuras, provocándole una cara de espanto que...  

Y el viernes 19, presentación de #glóbulosversos en Zaragoza.


17 comentarios:

Santi S. dijo...

Si es que madre solo hay una. ¡Ay!
Mucha socarronería con el mundo del arte. Interesante.

Uno dijo...

Quizá ironices sobre el arte pero no hace falta ser artista para que lo físico afecte tu relaccion con los demás, incluidos tus padres. Cuando se da este caso no es algo que la gente vaya comentando. Por eso me gusta tu relato que lo cuenta tan bien contado.

Juan Herrezuelo dijo...

Ya escribió Thomas de Quincey sobre la consideración del asesinato como una de las bellas artes, y entre la madre de Léolo tendida en los tomates tal y como hoy corona tu alma difusa –y este comentario dejará de tener sentido cuando cambies la imagen de la cabecera- y los hematíes globulares con que anuncias la presentación en Zaragoza de tu hermoso libro –para la que te deseo lo mejor- hay una prevalencia del color rojo que inevitablemente hace pensar en derramamiento –artístico- de sangre…

abril en paris dijo...

Sinceridad arrolladora, la cruda realidad que siempre maquillamos a base de amor y tintes de colores..o ¿sólo es el deseo imposible de que todo sea pluscuamperfecto?

Siempre nos dejas pensando..¿realidad o ficción?

Un beso

Rosa dijo...

Por mucho que queramos, siempre hay algo que nos desagrada y fingimos no ver.

Besos desde el aire

Marta López (Claudia) dijo...

Y seguimos con el rojo, el color de la vida y la muerte. Como siempre, tejes los relatos con ese hilo invisible que engancha al lector. ¡Artista que eres! Un beso Raúl.

Anónimo dijo...

Los primeros pasos de psicopata, siempre son complicados....Cuidate

José Luis Martínez Clares dijo...

Magnífico y sorprendente. O vicerversa. Abrazos

Anónimo dijo...

En este relato se me antoja que hay algo del mito de Orestes, que mató a su madre en venganza por la muerte del padre. En tu narración, el padre solo se menciona al decir que el protagonista es huérfano, pero se puede colegir que la causa final del matricidio tendría que ver con la relación de la madre y el padre (essos segundos de 'compungido silencio' cuando recuerda a su padre me parecen definitivos).
Creo por tanto, amigo Raúl, que es un relato más profundo de lo que parece a primera vista.
En otra lectura está el ataque al arte como visión estratosférica (por encima del bien y del mal) del mundo. De eso ya hemos hablado alguna que otra vez. Jajajajaja.
Abrazos.

JC

Miguel Sanfeliu dijo...

Resignación. La causa de nuestros actos a veces procede de nuestro interior más secreto y, por tanto, fuera del alcance de la razón. Buen relato, de impacto, como todos los tuyos. Un abrazo.

El Doctor dijo...

Lo mismo ocurre cuando se va a un puticlub de lujo. Cama de agua, neverita con champán, vídeo con pantalla gigante y espejos por todas partes para que la cópula se multiplique. Luego ves, a través de la puerta entreabierta del lavabo cómo se lava en el bidé y tú allí, multiplicado por los espejos y con esa pose, con ese cuerpo.

Abrazos

LA ZARZAMORA dijo...

Así, desnudo y como la madre que te parió, va y es como me entraste por estos ojitos...
;)

Te deseo toda la suerte del mundo, Raúl.

Sabes que de poder asistir, no me lo perdería.

Un abrazo.

Miguel dijo...

Las madres tienen, eso, que no hay más que una.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

"lo esencial es invisible a los ojos"

César dijo...

Está clara la simbología; es un catalán y la madre es España, coño!

Javier Ximens dijo...

No le faltan razones a este irracional. Es como colgar la cabeza del toro o del trofeo de caza. En fin, a más locura más arte, dicen.

Anónimo dijo...

Lo que sufriría si te leyera. La sinceridad, nunca fue muy aplaudida en un baile de mascaras. Cuidate