Me gustan. Soy muy enamoradizo,
es cierto, pero es que ya digo que me gustan tanto como para no poder
pasar un solo día sin disfrutar de la compañía de, al menos, alguna de ellas.
Yo diría que son increíbles, cada
una a su manera. Hay unas, por ejemplo, que...
14 comentarios:
¿Estamos hablando de sexo oral o escrito?
No prescindas de ninguna de ellas. Aliméntalas, cuídalas, pruébalas, manténlas vivas Raúl. Muy vivas.
Es el placer de un buen contacto textual.
Un abrazo
Raúl por un momento creí que hablabas de mujeres...
Sonrío
Esto no es otra cosa más que la erótica de las palabras.
(¡qué llega el rototom...!)
Un abrazo.
Sin duda alguna, peor hubiera sido ser un amante disléxico, se pierden un montón de detalles.
Bravo!!
JC.
A mí mis propias palabras me resultan cada vez más domésticas y hostiles. Prefiero rondar el balcón abierto donde duermen las palabras de otros. Soy, ya ves, un don Juan de la lectura. Tal vez sea por eso que hoy es el primer día en mes y medio que escribo algo. Abrazos, amigo Raúl.
¿Una misma palabra no podría ser a la vez sensual, acogedora, amable, osada, imperecedera, hermosa, necesaria...?
Pregunto.
Que amores más raros tenéis los escritores... jejejeje.
Me ha encantado.
María
..¡Y a mí que se me resisten! Ando siempre buscando y ¡aquí aparecen tan sueltas..!!
¡Feliz reencuentro, feliz verano amigo Raúl !
Son, en fin, las verdaderas compañeras de nuestras vidas.
Un día voy a probar a leer uno de tus relatos empezando por el final a ver que pasa.
Soy un poco dislexica, y algunas palabras se me escapan. Pero también soy tenaz y las persigo hasta hacerlas mías. Pero como disfruto con las tuyas, pordios!!!
Besos desde el aire
Quien posee a las palabras puede parir muy buenas obras. Abrazos, Raúl.
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