jueves, 22 de diciembre de 2016

Campanas de Belén

Desde mi despacho escucho el lento toque de clamor de unas campanas cercanas. Mientras el día se desangra, empañando gota a gota mi ventana, pienso en lo malo que ha de ser que te entierren en día de lluvia, con toda esa arena mojada adhiriéndosete viscosa como el último recuerdo que en vida tuviste; que igual fue bueno, de aquella vieja Navidad en compañía de los tuyos, antes de que te encontrases solo. Me asomo y, en picado, desde este cuarto piso, veo toldos de paraguas, con sus conteras enhiestas como crucifijos, engalanando vanamente con sus colores el gris general de la mañana. En ese momento enmudece el tañido nostálgico. Los dos toques breves finales, anuncian que el finado es un hombre.

9 comentarios:

Torcuato dijo...

Una fotografía perfecta con, como debe ser en un buen micro, desencuadre final.
Un abrazo, Raúl

Anónimo dijo...

Me ha encantado. Frío y desolador como para algunos es el sentimiento en estas fiestas.
A pesar de todo, ¡¡Feliz Navidad!!


María

Prozac dijo...

¡Muy bueno!

Bastante triste por lo real que es.

Besos

Recomenzar dijo...

Feliz diciembre

Santi S. dijo...

Un relato soberbio.
Felices fiestas

José Luis Martínez Clares dijo...

Feliz Navidad, amigo. Un abrazo

José Luis Martínez Clares dijo...

Feliz Navidad, amigo. Un abrazo

abril en paris dijo...

Espero que el entierro sea del pesimismo. La esperanza sigue viva por ahí.

Sobrecoge tu relato. El frio traspasa..pero llevamos abrigo.

Anónimo dijo...

Finalmente... vemos e interpretamos el mundo como queremos...Siempre hay otra mirada y otra lectura.
Excelente!