jueves, 17 de septiembre de 2015

Sobreprotección

Laura se cagaba en su santa calavera cada vez que entraba en la habitación de su hermana y no la encontraba, o cada vez que la llamaba entre lloriqueos y nadie respondía... 


13 comentarios:

Anónimo dijo...

You're a rock star!!!!!

Anónimo dijo...

Que vuelve a ser jueves. Que gusto leerte. Ay. Ser Papis.
Besos

Santi S. dijo...

Jejejeje... Eso nos pasa por no dejarnos llevar por el instinto y estar tan condicionados por la modernidad.
Divertidísimo.

Setefilla Almenara J. dijo...

Madre mía... ese giro final es para quedarse de piedra, esperaba muerta a la hermana, pero esto...
Una lectura genial.
Un saludo, Raúl.

El Doctor dijo...

Pero qué mal huele siempre el seno familiar. Habitaciones mal ventiladas, resentimientos que no acaban de salir de la chimenea de pego, el baúl de los recuerdos con el candado sin llave y oxidado. El hijo sin hermanos y el hijo con ellos, no hay mucha diferencia.

Un abrazo, amigo.

abril en paris dijo...

Hay mentiras que no son nada "piadosas"..

Un placer leerte de nuevo.

Saludos

Josep dijo...

Veo que estás en forma, amigo...
Lo de los hijos únicos es un tema "molt pelut" XDD
Un abrazo.

José Luis Martínez Clares dijo...

Es que hay que seleccionar mejor las lecturas... ser papis... da grima. Un abrazo

Juan Herrezuelo dijo...

Brevedad de la buena, Raúl: una historia con planteamiento, nudo y desenlace en el mínimo espacio en que se baila un chotis, pero donde caben tres generaciones y cabe sobre todo la inmesa soledad de un niña engañada... Una verdadera lección de micronarrativa.

Javier Ximens dijo...

Son tantas cosas las que los padres ocultan a los hijos que no me extraña ni lo que cuentas en el relato. Pobre niña.

Miguel dijo...

Muy bueno, muy bueno. Yo soy hijo único, no te digo más.

Un fuerte abrazo.

Sereg Luin dijo...

El que tenga un manual de como ser padre que le ponga el precio que quiera.

Anónimo dijo...


A veces los padres cierran las puertas a toda curiosidad infantil.

Sorprendente final!