jueves, 29 de marzo de 2012

Tarde de marzo

Adivino que es hermosa sólo por el sonido de sus tacones sobre el empedrado acuartelado de esta terraza. Efectivamente. Al levantar la vista y mirarla a través de mis gafas de sol, veo su elegante...
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Booktrailer de "La suave piel de la anaconda": . .

Y el próximo viernes 30, La suave piel de la anaconda, se presenta en Castellón.

41 comentarios:

Uno dijo...

Estupendo relato. Brutal.

Curioso este invento del booktrailer. Me gusta.

Sentí mucho no poder estar el viernes 23 en La independiente. Espero tener otra oportunidad de saludarte.

Santi S. dijo...

El video es guapo, amateur, pero muy currado.
En cuanto a tu relato, creo que estás cambiando un poco la temática y la perspectiva, que no la profundidad -afortunadamente- y todo junto me encanta.
Pienso en Siria cuando te leo.

Santi

Tesa dijo...

Cualquier reo que escriba así, casi se tiene ganado un indulto

39escalones dijo...

Qué hotel sería ese...

Ya me olía yo que lo tuyo no podía ser, simplemente, la descripción de un momento plácido frente al mar. Esto es como los roscones, pero la sorpresa casi siempre es triste.

Araceli Esteves dijo...

Brutal, amigo. Qué suerte tenemos de que no se pueda meter entre rejas a la imaginación.

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Está claro que debe tratarse de un preso de conciencia, curioso nombre para un reo cuya mente es lo único que no pueden encarcelar.

abril en paris dijo...

La realidad puede ser imaginada, la libertad solo nos reduce el cuerpo nunca la mente..
Tu imaginación siempre nos da esas alas.
Finales tristes pero poéticos Raúl

roberto dijo...

Bendita imaginación...

Anónimo dijo...

Debe de ser horroroso estar sometido a torturas. en esos caso (que bien lo has contado, sin contar nada) solo puede salvarte el tener un recuerdo por el que luchar.
Durisimo pero encantador.

pd:Mucha mierda para mañana, jejejeje

María.

mientrasleo dijo...

Un cambio, mucho más sonoro, palabras escogidas con cuidado y, como siempre, mucha fuerza descriptiva.
Me ha encantado leerte.
Besos

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Este relato, narrado con una prosa pausada y reflexiva, nos sumerge en una hondura emocional profunda aprovechando el clima evanescente que crea, como una capa de niebla sobre un jardín.

Destaca su poder visual y la construcción del personaje, todo ello conseguido con una narratividad ajustadísima.

Una joya.

Un saludo,

El Doctor dijo...

Una vez fui al zoo con mi mujer y mi hijo.Me separé de ellos discretamente y me dirigí hacia una jaula donde había un mono aferrado a las barras de su celda.Miré hacia a ambos lados y le dije:A veces imagino que tal vez en mi ADN hay genes de siervos de la fleba de los que yo no soy consciente ni responsable.

¿Qué cojones tiene que ver todo esto con tu relato? No lo se.

senses and nonsenses dijo...

touché
desde la celda que ocupo, me salvan relatos, momentos como este.

gracias por estos aires de libertad.

Juanjo Montoliu dijo...

Un gran relato, Raúl. Aunque yo creo que desde el Voramar estas historias se imaginan mejor que desde cualquier celda, después de cualquier tortura.

campoazul dijo...

Suave y soñador relato al principio y con un final sorprendente, está claro que la imaginación vuela muy alto cuando está encerrada.

Besitos.

Céfiro dijo...

Un relato libertario y muy vívido.

Recortables y Quimeras dijo...

Me ha gustado mucho, Raul. Besos. Marta

matrioska_verde dijo...

el contraste acentúa la crudeza.

¡quie bien lo has descrito todo!

biquiños,


MUCHÍSIMA SUERTE HOY, RAÚL, QUE TENGAS MUCHO ÉXITO Y QUE LA ANACONDA LLEGUE HASTA MUY MUY LEJOS.

Josep Lloret Bosch dijo...

Los buenos recuerdos ayudan a pasar el mal trago, parece, y ese es un recurso que no se puede maniatar.

Estoy aquí leyéndote y tú, seguramente, dejando alucinados -otra vez- a tus paisanos... ¡molta merda!

Camy dijo...

Este prisionero necesita sentarse en esa terraza de hotel, igual que otros muchos, para poder sobrevivir.
Deseo que estés disfrutando de esa presentación en Castellón.
un beso

Lo Siento por Interrumpir dijo...

Me gusta lo cíclico de tu relato. Y me gusta el comentario de Machuca. Y el de Juanjo, que yo también imaginé el Voramar.

Concha Huerta dijo...

Un relato intenso con una juxtaposición de ensueño que cubre la brutalidad de la vida. Bellisimas las descripciones del mar y la vida idílica de ese hotel imaginado. Me emocionó.

Rochies dijo...

tu vuelo, la precisión en las palabras, y tu arte para transmitirlas son tus mejores aliados. No la pasarías tan mal en el encierro.

Julia dijo...

Buen retrato de lo injusto que resulta haber nacido en una u otra parte de este escenario. He recordado algunas tardes en el Voramar…
Un beso.

Juan Herrezuelo dijo...

Que por marzo era por marzo para este prisionero sin romance: entre el sonido de los tacones de una mujer sobre un empedrado y el de las botas de un carcelero cabe la imaginación liberadora que ni siquiera la tortura puede doblegar. Un abrazo.

Julia dijo...

El Voramar, un lugar mágico para encuentros y desencuentros también,…

pepa mas gisbert dijo...

Cinco minutos de imaginación equivalen a una vida. A veces, cinco minutos de imaginación, es lo único que nos queda de vida.

Belén dijo...

¿Cuándo vienes a leerme tus cosicas?

Besicos

César dijo...

Algún día, de vuelta a casa, oigo algún rítmico taconear y juego a las adivinanzas. ¿Será bonita? ¿o tal vez bajita y musa de Botero? Algunas veces acierto, las más no.

Pero siempre juego en libertad, de momento, que tal como están los tiempos tal vez acabe entre rejas por pensar lo que pienso.

lopillas dijo...

Potente visualización, me encantó
Acaba sentado en la playa al contraluz de un atardecer.
Zoom.
Imagen de ahorcado encapuchado.
Fin
Me escanfandingas la olla Raúl :)
Besotess

flower dijo...

Jooooo, me ha encantado!!!

Mua,

Anónimo dijo...

Un relato fabuloso.
Por suerte no hay rejas y ni cadenas que mantengan el reo de la imaginación.

Beatriz dijo...

Es en las situaciones extremas, en los momentos de dolor más intenso donde el ser capaces de recurrir al ejercicio de la imaginación nos sirve oara mantener la dignidad.

que hermosa manera de llevarnos desde unos taconeos plenos de sensualidas al sonido ruin de la tortura, alejarse de las miserias del ser humano para disfrutar de la belleza aunque sea soñando-

Un abrazo Raúl

Anónimo dijo...

De lo mejorcito que te he leído, escritor.

pd: Ya me he hecho con "la suave piel de la anaconda". Pinta bien.

JC

Miguel dijo...

Un bello relato. Un relato junto al mar que la brisa marina ameniza hasta hacerlo suyo.
El booktrailer una pasada...
¡Que tengas éxito con tu nuevo libro!

Un abrazo.

Francisco Ortiz dijo...

Estupendo, y con una adjetivación de maestro.

LaCuarent dijo...

Brutal y cruel realidad aún le queda su mente para volar
Estupendo como siempre
Un beso

Anónimo dijo...

Me gusta el logo de la zapatilla identificando el perfil.

Juan.

plared dijo...

La imaginacion es ante todo, la hermana eterna de la memoria mortal y por lo tanto...Un arma casi diabolica. Cuidate y me ha gustado

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Un cuento magistral. Para mí, gran parte de la huella que deja se debe a que la narración va más allá de la situación y los recuerdos concretos de ese prisionero y refleja esos anhelos que, de una forma u otra, tenemos todos a lo largo de la vida, y también, en una lectura más profunda, la eterna duda de si el camino tomado fue el correcto, o el imaginar cómo hubiera sido todo cuando es evidente que el camino correcto no fue el que finalmente tomamos.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Ni por un instante, pensé en esa situación del final. Es como si metieras el texto entre corchetes, los sonidos de los tacones del principio y los del final.

Saludos