jueves, 26 de enero de 2012

El primer aniversario

Escuché la lluvia desde la cama, antes incluso de despertar, y debió de ser eso lo que provocó que soñara que era un día entresemana y que tenía que ir a la oficina. Me agobié hasta la pesadilla evocando documentos y...

. A mis noches con Benedetti.

52 comentarios:

flower dijo...

Dicen que no valoramos las cosas que tenemos hasta que no las perdemos.
Y pasamos por la vida muchas veces de puntillas sin reparar en esas muecas, en esos pequeños gestos, en esas ganas que tenemos y no nos permitirmos manifestar, y al final todo queda en nada por desuso, por mal uso.

Últimamente te siento de un sutil que me encanta. Un placer leerte.

Mua,

Santi S. dijo...

Esperando como hago últimamente hago tus relatos, he de volver ha decirte que me encanta esa forma tan sutil de decir cosas importntes. A mí me da que el personaje masculino esconde culpabilidad.

abril en paris dijo...

Lo más doloroso es la despedida con enfado incluido, el sentimiento de culpa siempre se agazapa detras de las cortinas..
No nos deja un resquicio para la esperanza.
Un relato impactante a fuerza de cotidiano ,Raúl amigo :-)

plared dijo...

Lo peor para los que se quedan, no poder despedirse. Realmente conmovedor este microrelato. Por cierto me gusta la imagen que has puesto en la cabecera. La de control, pelicula que podria venir al caso. Cuidate

Lansky dijo...

a partir de ahora los días laborables serán un alivio de los fines de semana...

39escalones dijo...

Magnífico y demoledor, como siempre. Cuando llega el día y parece que puede llegar un poco de esperanza, llega el martillo pilón de la fatalidad y te machaca del todo. Pocas luces suelen verse al final de tus relatos, amigo.

Camy dijo...

Raúl, hemos compartido "post" con sábado fatídico.
Un beso

Anónimo dijo...

Bendito lunes, bendita impresora, benditos compañeros de trabajo. Maldita aspiradora, maldita lavadora, maldita cama vacía.

Un beso,

senses and nonsenses dijo...

me has matao'. vaya relato para empezar la mañana. ...así, no levanto esta tristeza.

un abrazo.

roberto dijo...

Triste y hermoso...

Rochies dijo...

los que se van nos han dejado para siempre una parte de ellos. Fuerzas.

mientrasleo dijo...

Reflexiones cotidianas con ideas nada habituales.
Me gusta como te expresas.
Un abrazo

Mario Salazar dijo...

Como dicen nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, sin embargo tenemos que vivir y manejar nuestros sentimientos diariamente y de ahí tratar de evitar errores como el rencor o la venganza. Saludos.

Uno dijo...

Cuánta importancia damos a veces a pequeñas cosas que no la tienen.
Me ha gustado muchísimo la forma de este relato.

El Doctor dijo...

Todos somos unos lelos a corta distancia y lo bien que nos desenvolvemos a larga distancia.Las amenazas,las alarmas del día confirman esa teoría.Somos seres de lejanías y unos maestros del despiste y de las alegrías inmediatas del corto vuelo de fin de semana.Estamos hechos para fregar unos platos que siempre dejamos abandonados en el fregadero a la espera de ser lavados y así también lavamos nuestra conciencia o,inconsciencia.
Bueno,el relato,amigo.

Juanjo Montoliu dijo...

Suele haber una discusión ante una tragedia, y cuando ocurre, se le resta importancia a la discusión.

Pero se recuerda para toda la vida.

Concha Huerta dijo...

Que tristeza cuando recordamos aquellos rencores que nos separaron de los que verdad nos importaban. Que vida tan mezquina que esconde una daga entre fiebres y células. me gusto tu relato. un saludo

matrioska_verde dijo...

¡jo!
este relato me deja llena de pena, no es diferente a cualquiera de las muchas realidades que alguien está viviendo en este momento; tal vez nosotros ya no vivamos dentro de un mes ¿quién lo sabe?

¡que jovencito está Coque Malla!
¿por qué es Coque, no?

biquiños

Zayi Hernández dijo...

Hoy estoy pichacosa...así que lo he leído y me he echado a llorar... me ha dolido.
Un besito.

Lo Siento por Interrumpir dijo...

Hay cierto placer en esa pequeña angustia de despertar un domingo, pensar qué tengo para hoy y darse cuenta de que no trabajas. Consigues que uno sea consciente de esas pequeñas sensaciones cotidianas.
Esta historia tuya me atrae de tanto como me acongoja.

Josep Lloret Bosch dijo...

¡Buf! Ese final es una puñalada directa al corazón, maestro...

Un abrazo.

Rebeca dijo...

Que triste. Pero por mas duro que sea, la vida es asi. Debemos aceptar que una discusión no es una vida. Y que ella ya se estaba matando antes de esa discución.

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Me encanta tu estilo tienes facilidad para hacer comprender.

Anónimo dijo...

Cuantas veces he tenido esa pesadilla, cuantas veces me he asustado al imaginarme que mis últimas palabras con un ser querido antes de verle marchar iban a ser de reproche. No sabes lo que me llegaría arrepentir de ello.
Lo que ocurre es que cuando te lo leo a ti, lo mas curel y salvaje parece algo cotidiano.
Eres un pintor de pesadillas. Jajajaja!!
Besosss

María.

deWitt dijo...

Duro, pero bellísimo texto.

"No me rehago..."

Maravilloso!

Beatriz dijo...

Cuando las cometas vuelan, cuando más cerca del cielo están es cuando más apreciamos su belleza.
Son las contradicciones del ser humano. Lo cotidiano llega a ser intrascendente, lo cercano, lo que está al alcance de nuestras manos, lo inmediato, a veces es casi imperceptible. Sólo su desaparición, su ausencia, nos alerta de que nos era necesaria su presencia. Entrañablemente necesaria.
Siempre atrapas con tus palabras.

Un placer leerte-

Miguel dijo...

...Y sin embargo, la vida no se para, continúa.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es durísimo, cruel, espantoso y...real
(Es la historia de mi hermano)
Muchos besitos, Minino

Anónimo dijo...

(Cómo me ha gustado el comentario de Fran , incluso me ha arrancado una leve sonrisa -entre tanto dolor)

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola!
Sabado... Domingo... que mas da.

Saludos de J.M. ojeda.

Diana H. dijo...

Querido Raúl, a fuerza de ingenio he logrado leerte, ya que algo pasa con tu blog que no me permite deslizarme en la barra lateral hacia abajo. Pero soy perseverante con lo que quiero. Y lo lo logré.
Tuyo, que para mí es definirlo. Esa bronca, esos platos sucios, ese dolor físico partiendo en dos el texto y desgarrando el alma, en el momento preciso. Ese amanecer a solas.
Me encantó que me visites y te lo agradezco. Mientras dura el exilio de palabras propias, me queda el goce de las ajenas.
Ahora te abrazo yo.

campoazul dijo...

Ahora que no esta la echa de menos, cuando estaba casi estorbaba..., la vida tienes esas cosas tan extrañas.

Besitos.

Unknown dijo...

Ni contigo ni sin ti. El amor en conflicto no deja de serlo. Saludos.

Dol dijo...

Qué pena,ahora la querrá para siempre.
Besos,Raúl.

Juan Herrezuelo dijo...

Relato de una envidiable precisión psicológica, donde todo sucede exactamente como sucede en la vida, con esa minuciosidad a veces absurda en el recuerdo de las pequeñas cosas, esos detalles que logran, en los mejores cuentos, que la realidad no tenga por qué superar a la ficción: desde la desubicación temporal en que comienza hasta la reiteración de los domingos solitarios, todo tiene, en su brevedad, la encarnadura de lo real. Uno de los mejores.

Carme Carles dijo...

Todo es tan relativo, la fiesta, el frio, la lluvia... menos la perdida irreparable que se arrastra como una carga sin atisbo de que se vaya.
Me gustó.
Salut

Allek dijo...

Hola que tal..
después de unos meses obcecados
vuelvo a tomar las riendas
de mi Caja De Zapatos..
he vuelto con una nueva nota llamada “Secándonos” te invito a que sigas leyendo.. un abrazo fuerte!!!

Anónimo dijo...

El ser humano es la hostia.
Muy bien "retratada" esta desgracia, Raúl.

JC

Aina Rotger Vives dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tesa dijo...

Quién pudiera cambiar... volver atrás... pasar por alto... empezar de nuevo...

Belén dijo...

El tiempo pasa y siempre, siempre, lo dejamos ir, sin más...

Besicos

Anónimo dijo...

Las pequeñas batallas diarias, al final, forman parte de la vida,y son necesarias aunque a veces, no nos dejen dormir. La ausencia, sin embargo, es una batalla perdida de antemano.Terrible.

manuespada dijo...

Un aniversario terrible el que describes, y muy bien escrito, como siempre.

Pablo Ballesteros dijo...

hacia tiempo que me perdí. A veces echaba de menos el leerte. hoy no lo he podido evitar

MTeresa dijo...

Un relato estremecedor,
así somos las personas,
lo he leído dos veces,
me ha impactado,
un abrazo

Elena Casero dijo...

No voy a añadir mucho más de lo que ya se ha dicho.

Me ha encantado

Alex B dijo...

Arrasador...

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Duro, conciso y demoledor. El fin de una vida puede significar también el fin de otra y de todas las ilusiones que ésta conllevaba, así como la concreción de algunos temores inconfesos que finalmente se han hecho realidad.
Es uno de esos textos realmente hermosos y que al mismo tiempo resulta doloroso leerlos.

Irreverens dijo...

¿Qué desayunas últimamente, Raúl? Desprendes una contundencia arrolladora, chaval.

LA ZARZAMORA dijo...

Y es entonces cuando el remordimiento se adormece plácido esas tardes de domingo.
Besos, Raúl.

awacat.es dijo...

Hoy dejo de leer otro relato tuyo. LLevo tres y me has encogido el pecho.
Los tres me llegan a sitios que me hacen retroceder en el tiempo y no quiero..

Impecable. Rayando la perfección.

.

Francisco Ortiz dijo...

El temblor de la ocupación, de la obligación, de lo evidente y lo secreto. Y tú, afinando en tu piano de palabras...