Siempre es el primero de los dos en llegar a la cita. Así que cuando Elisa aparece, sin prisas, por un extremo del parque en el que quedan cada tarde de viernes al...
jueves, 20 de octubre de 2011
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46 comentarios:
Muchas veces las pelis acaban donde la vida empieza...
Besos desde el aire
Post de la vida real (preguntamelo a mi) ji ji.
Uy! Dios! que vida aburrida! Siemre lo mismo. La culpa esta en ella por seguir haciendo a pesar de que a el no le agrade, y en él por no plantearle su disconformidad abiertamente. De la vida real!
Buen post.
Lo peor son esas cosas que nunca se dicen pero que son demasiado evidentes...
Saludos, Raúl!
Siempre he pensado que las relaciones sentimentales serias no deberían empezar hasta rondar los 30 años.
O sea, que la peli termina mal...
Ya de jóvenes imitamos lo peor de los mayores. Yo también considero que a veces la pareja es un conjunto vacío.
Por cierto, ese "se besan apenas" me ha encantado, es como el borde de un precipicio.
JC
No hay nada más irritante que estar sufriendo las consecuencias de una relación en ruinas y que continuamente te estén metiendo por los ojos historias que culminan con el más "feliz" de los finales posibles. Al menos se meterían mano, ¿no? :-)
Qué bien lo cuentas Raúl, hijo, qué bien lo cuentas.
La secuela de la película se parecería mucho a la vida real de esta pareja.
Un abrazo
Era una película americana: seguro: esas siempre acaban en boda...
La pregunta importante es: ¿quedaron palomitas? Si es que no, la película era mala...
Un abrazo.
...y comieron perdices.
a partir de ahora, los viernes harán prácticamente lo mismo, alquilarán un DVD, las palomitas se sustituirán por teleburger, y el cine por un plasma de última generación.
La mayoría de las pelis son mucho más previsibles que la vida
Qué gusto, la gente puntual.
Hay por ahí en una web de contactos, un test en que te preguntan si esperarías a la otra persona 30 min. en la primera cita. Yo respondí que no.
La cruda realidad supera la ficción..pero ¿ lo tuyo tambien es ficción..o no ? :-)
De tan real.. no sé.
besos.
Ahora tengo yo un dilema... ¿Qué hay que hacer entonces para ser feliz y comer perdiz? :-)
El tedio en un amor adolescente es como el presagio de una enfermedad crónica.... que probablemente acabe en boda.
Me alegra volver a sentir tus letras.
Una sonrisa
Esa rutina a veces ineludible e inesperada y la que algunos se amoldan , se someten por desidia, por temor al cambio.
Tu relato es vida.
Saludos
Los protagonistas se casan, Elisa termina las palomitas y Pablo seguirá con el móvil, imagino.
Y la semana que viene, otra peli. No hay que perder las buenas costumbres aunque todavía estemos buscando el amor.
Hastío, inercia, costumbre, indolencia: los enamorados reales acaban por no reflejarse en el espejo de las películas románticas, sino que sus vidas se insinúan más allá de los títulos de crédito, ese telón que cae sobre las bodas de la pantalla para salvar a los falsos contrayentes de la rutina y para devolver a los espectadores a la suya. Y el que esté libre de tedio que tire la primera palomita.
Qué pena cuando los momentos mágicos se convierten en rutina
Porque lo más seguro es el adiós, un poema de Pedro Salinas para hoy:
¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el primer encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y solo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo;
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el llegar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo, altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales:
es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara.
Y que lo más seguro es el adiós.
Pero hay que quedarse a ver todos los títulos de crédito, eh, que eso es siempre lo mejor de la peli.
La realidad frente a la ficción, seguir por rutina descorazonador...
Bueno, gentes, que aun hay esperanza. Luego llegan otras cosas, la falta de tiempo, los enanos (que son lo mejor, de lo mejor) y entonces vuelves a ir al cine los viernes (si es que alguien se los quiere quedar) y es genial poder ver una peli solos, con las palomitas gigantes...y es el momento en el que recuerdas por que te casaste...y es muy guay. Raul, genial.
La imaginación es finita, no así la realidad...
besicos
Qué gris monotonía ¡son gárgolas!
La fila de los mancos ha dado a este país tardes de gloria y futuras parejas.
Cuando llega el aburrimiento, lo mejor es buscar otro cuerpo, otra boca y otro oído que te aguante.
Saludos.....ya contará usted sus aventuras hispalenses.....
Mi querido amigo. Sí, sé que te alegras. No podía ser de otra manera.Y espero compartir contigo algún que otro rato.
Un abrazo grande, muy grande
Qué casualidad, hace unos dias curioseando en youtube estuve viendo trozos del Lago Azul :)
Da pena tanto hastío con tanto tiempo por delante.
Y lo cuentas, como siempre, estupendamente.
Saludos, Raúl.
A veces, el cine no refleja la vida, sino como nos gustaria que fuera esta.
Me ha recordado a una canción de la cual no recuerdo el título. El desamor es tan intenso como el amor,porque ese hastío roza profundidades emocionales muy tristes y dice un amigo mío que tiene muy pocos poemas para ser un sentimiento tan grande y tan doloroso. Tiene razón.
Bueno Raúl, espero que solo se hayan casado los protagonistas de la película. De otra manera, hubieran cometido un craso error. Un abrazo!
"La peli termina con la boda de los protagonistas"... ese final tan certero podría tener otra interpretación, ¿no? Termina, disuelve, extermina...
Uy, cómo pesa esa mano inerte.
Un beso, Raúl.
En el cine hay boda..., pero me imagino que una película no arregla las cosas de una pareja con un amor cansado y desgastado...
Besitos.
Pues a mí me gustan más esos finales con un peaso beso.
No me extraña que la pobre Elisa esté impávida, ¡vaya pareja!
Kuss
Si es que nunca sabemos qué nos deparará el futuro. Las relaciones son un mundo aparte de los demás mundos.
Un abrazo, Raúl.
Espero que no fuese en v.o. Sonrío.
Besos, Raúl.
Eso pasa por ir al cine sin saber qué se va a ver... ¡con lo indecente que está el precio de los cines!
Mua,
Hola, ola de mar..
Me pregunto qué nos hace obrar así. Permanecer en la infelicidad. Será el miedo a romper lo cotidiano y seguro, a crear nuevas ilusiones que quizá se cumplan , como se cumplió en la que estamos dormidos, y nos decepcione?
Por qué necesitamos esa seguridad de ese modo?
Un beso, del Aire interrogante ( creo que hoy he retrocedido a la etapa del porqué.)
Raúl interesantes los comentarios al post.
Esos roces furtivos, cuando la luz se apagaba y lo que salia en pantalla, importaba un carajo. Lo que de verdad se consideraba todo un arte , era esa mano que se deslizaba superando las trampas en post de la victoria, Que..algunas veces hasta se conseguia.
Luego, terminadas esas experiencias primeras, empezaron a gustarnos las peliculas, y con el tiempo, aprendimos a separar una cosa de otra. Aunque al final, siempre son todo peliculas de trama incierta. Saludos y me han gustado estas letras coordinadas
Estupenda frase final. Gran retrato del dejarse llevar hasta el final por la monotonía.
Un abrazo, Raúl
El título, el desenlace y el final, hacen que todo el texto sea redondo, redondo.
Toda esa gente que tiene que intervenir en una película,parece mentira.Pero la película de nuestra vida;la que no se está rodando con una cámara,tiene pocos figurantes.Él,ella,y,quizá,el pobre adolescente con acné que no para de hacer palomitas los domingos por la tarde.
No creo que Elisa y Pablo lleguen a casarse. ¡Qué triste! No entiendo porqué siguen juntos. O sí. Biquiños,
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