jueves, 26 de mayo de 2011

Giro

Como todos los inviernos, la mañana se enciende con pereza en la meseta. Como sus ganas, que de un tiempo a esta parte se anquilosan bajo un grueso de mantas que cada noche le sirven de mortaja.
Cuando suena...

A Begoña, mi vecina.

El próximo viernes 27 de mayo, el escritor Miguel Sanfeliu presentará ELEFANTIASIS en Alicante.

El próximo viernes 3 de junio, la escritora Angélica Morales presentará ELEFANTIASIS en Huesca.

52 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta como te recreas en lo exterior para desgranar el interior. Este relato sí que me gusta. L.

Rosa dijo...

Desde la meseta donde las mañanas se encienden con pereza usando tus palabras, te comento, que tus relatos llenos de rutinas a las que sacas brillo, me emocionan el alma.
Raul me encantan tus palabras.

Saludos desde el aire.
Rosa

leo dijo...

Hala! Me ha gustado un montón.
Por cierto, que alucino con la super "turné" que estás haciendo con Elefantiasis. ¡No paras! Espero que tengas mucha suerte.

Rafael dijo...

Llega un momento en nuestras vidas donde no importa cuan lejos vayas o cuanto hagas, siempre terminas dando vueltas en el mismo lugar. Que esto sea bueno o malo ya depende de cada uno.

Excelente,

Rafael

Belén dijo...

Es curioso, lo de desayunar sola con mis pensamientos es algo que persigo desde hace años...

Besicos

39escalones dijo...

Magnífico, tiene sus gotitas de todo...
A ver si puedo arreglar lo de Huesca, pero está difícil porque es mi época de más cantidad de trabajo. Hablamos.
Abrazos.

Antonio de Castro Cortizas dijo...

A veces da miedo pensar en esa fragilidad que hace que sea tan fácil perderse en un recuerdo o quedarse estancado en él.
Muy buen relato, tiene mucha fuerza el peso del entorno y de la vida cotidiana y la manera en que se confunden presente y pasado.

Maite dijo...

Genial texto, qué bien trasmites esa apatía que produce la pérdida, esa tristeza que apunta la soledad, esa añoranza que producen los recuerdos. Además, creo que es un texto muy universal, cualquiera puede sentirse retratado en él en algún momento de su vida. Bravo!

Anónimo dijo...

¡¡cuanto tiempo sin leerte, Raúl!! Demasiado para alguien que espera tus relatos como el agua de mayo, y nunca mejor dicho.
De nuevo na historia intima y de lo más reconocible. Retratas como nadie las pérdidas.

María.

Beatriz dijo...

Tus textos dejan en mi (después de haberte leído) la tentación de seguir imaginando. De prolongar esas vidas que tú creas. He visto los carámbanos colgados en el alfeizar y he sentido el impulso de arrancarlos y compartir sus sabores con el ciclista,y sentarme a su lado y disfrutar de la película Y creerme que por un momento podía hacerle sentir que era Bego. Y avanzar junto a él.
Pero la vida a veces nos deja en stand by.

Insuperable tus palabras. Te leo(varias veces) mientras desayuno y me dejas tan bien para empezar el día.

Un placer disfrutar con tus palabras.

oscilaciones dijo...

Un plcer como siempre.
Saludos.

Manu Espada dijo...

Un texto muy "Ariziano", con ese regustillo de cotidianeidad extraordinaria. Por cierto, no paras, lo tuyo sí que es un "Giro". Un abrazo.

matrioska_verde dijo...

Además de decirte que el relato me encanta porque eso ya te lo digo siempre y no resulta original, me paro a comentarte:

"Luego se ha sentido fatal. Casi sucio".

Me parece taaaaaan humano y tan de mi generación que casi podía haber escrito yo esas dos frases. Y hay tanta tristeza y abandono en ellas que me encantaría abrazar al protagonista.

Respiro hondo. Y cambio el chip.

¿Para cuándo tu presentación en Coruña, no vas a venir por aquí? Iría encantada.

biquiños.

Camy dijo...

Me permito siempre quedarme con una palabra "carámbanos"¿no te molesta? me gusta el sonido al repetirla.
Luego el relato ¿sabremos amar sin dañar?. Es tan duro como real.
Un beso

roberto dijo...

¡Mucha suerte en tu "elefantiasis tour"!

Marcos Callau dijo...

¿Qué bueno, Raúl!. Hay veces que los recuerdos son tan intensos que no dejan descansar. Lo has transmitido muy bien con tu relato. Suerte con la turné y especialmente para Huesca. Un abrazo.

Gabriela Amorós dijo...

Hola Raúl,
Primero gracias por tu vista que me ha traído hasta aquí y me da la oportunidad de conocer tus magníficos textos.
Pero también te felicito por Elefantiasis y todo lo que conlleva, ha sido ilusionante escucharte viva voz sobre cómo ocurrió todo, desde que comenzaste tus andanzas con Alma Difusa. Me siento en parte reflejada pues esas también son mis razones y el hecho de tener apoyo editorial para crear textos debe ser maravilloso. No te conozco pero me alegro mucho por tí, de verdad, cuando descubro que todo esto es posible para un escritor novel pues tampoco pierdo la ilusión de ver publicado algún día mis textos.

Tu escritura es de calidad y se lo merece. Mi más sincera enhorabuena.


Un abrazo.

Una dijo...

Desgarrador, por lo humano y cruel, por lo realista. Genial, como siempre.

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Le "perdono" que diga cochinadas en el catre pero que le guste Hugh Grant... yo no lo soportaría jejeje no pierdes la forma a ver si pasas por Cádiz o Córdoba.

Juan Herrezuelo dijo...

Otro personaje que despierta y se incorpora a la rutina, casi mecánicamente, que tiene sus hábitos perfectamente tasados, que se mueve en soledad y casi envuelto aún en el aura del sueño; el repentino recuerdo de una proximidad femenina, de él sin su soledad, le hace flaquear hacia la más perfecta y secreta forma de intimidad, y vuelta al círculo, sillín, cena, tele, noche. Imagino al ciclista bajo la mantas y diciéndose, como tantos, otra vez aquí, otra etapa menos.
Un saludo y suerte en tu "gira".

Anónimo dijo...

Soy UNO que tengo problemas para acceder a Blogger.

Carámbanos en el alfeizar en un lugar perdido, peli en la tele y el recuerdo de una pareja que te susurra guarrerías es para mi la descripción de un tipo de felicidad. Qué pena que haya que llegar hasta allí pedaleando.
Preciosas imágenes.
Un saludo

senses and nonsenses dijo...

la rutina de todos los días,
pero con la ausencia de Bego a su lado.

eres muy bueno, pero aquí te sales. todos vivimos en un cuento muy parecido.
abrazos.

Mixha Zizek dijo...

Raúl siempre tus relatos los leo con muchas ganas, me gustan mucho. Con recreas al personaje y desde afuera presentas su interioridad,

pienso que cuando llega, llega el momento que deben pasar las cosas, me encanta, besos

N Ó M A D A dijo...

Hoy me encuentras casi cerca del traspiés, y así cualquier mención a la meseta me llena de nostalgia.

Miguel dijo...

Precioso texto. La realidad le recuerda cosas que le hieren, pero luchar contra la realidad es inútil. Siempre sale ganando ella.

Un abrazo.

campoazul dijo...

La triste soledad mezclada con los deseos de que el pasado feliz volviera...
Disfruta tanto en Alicante como en Huesca... ¡No paras! Eso es bueno.

Besitos.

ÁFRICA dijo...

La radio por la mañana siempre encendida, recordar que tiene que llamar al medico del equipo, si corre en bicicleta parece que la vida le duele menos, es en la hora de la siesta cuando las palabras sucias de Bego le hacen sudar, a pesar de lo carámbanos en las ventanas.

¿Cual es el nombre del ciclista?

Un beso Raúl.

Anónimo dijo...

"Hay carámbanos en el alféizar de la ventana..."
Cambian tanto las ventanas según el alféizar que compartas...

Celsa Muñiz dijo...

Alguien lo dijo por ahí arriba, lo bien que acoplas el entorno con lo interno.
Este relato es precioso.

Josep dijo...

¿Sabes? Me parece un cuadro de soledad soberbio.

Un abrazo.

Miguel Baquero dijo...

Ya he visto que fue fenomenal en Alicante. Espero que en Huesca siga el mismo camino. Estás hecho un fenómenos trashumante ;-)

Yemaya dijo...

Me gusta leer tus letras. Los giros que la vida nos da y que cada uno asumimos como podemos.
Geniales letras.
Besos y susurros cálidos

pepa mas gisbert dijo...

"...el vaivén de los seres en asfixiante giro...."
La vida no se detiene, no nos detiene, nos empuja. Somos ciclistas y ella nuestro entrenador, cada más nos exige más, cada vez nos cuesta más darle lo que quiere. Más y menos, cada vez. Giro.

MTeresa dijo...

Es un relato magnífico
con una prosa que mantiene
la atención voluble del lector,
me ha encantado.

MTeresa dijo...

Por cierto
acabo de ver ahora lo del Alicante
¿cómo fue?
No phubiera podido ir
pues tenía un compromiso previo
para este viernes.
Cuenta cómo fue todo,
por favor,
estoy desenado saber dónde fue la presentación y más.
Un abrazo

Anónimo dijo...

¡Qué desconsuelo, Raúl y qué habilidad para narrarlo!

Besos,

Betuel Mercado dijo...

Simplemente increible... Gracias

FJavier dijo...

Revelaciones íntimas de una rutina condenada al olvido. Como tantas otras rutinas esenciales que llenan la vida y que en ella se apagan durante la espera de ese ansiado acontecimiento que, a fuerza de no llegar nunca, crece recluido tras la onírica ansia de cada pedalada.

Frescas gotas de tu talento, como siempre.

Zayi Hernández dijo...

Me encanta la facilidad que tienes para hacer de lo cotidiano una historia única y maravillosa.
Un beso.

Anónimo dijo...

Pérdida por fallecimiento o por abandono?
Es igual. el caso es que los que se dopan lo dben de pasar fatal cuando se siente solos. Joderrr.
Otro buen relato.

JC.

ethan dijo...

Suerte con las promociones.
El relato como siempre: excelente.
Ando liado con un proyecto literario a ver en qué queda...
Un abrazo!

Dol dijo...

Me gustan los ciclistas enamorados.
Muy bello texto, Raúl.
Besos desde aquí.

LA ZARZAMORA dijo...

Como todos esos inviernos, primaveras, u otras estaciones que desgranan el desayuno, el cálido atardecer de unos abrazos, esas viejas pelis italianas, esos recuerdos transeuntes que en los sueños verdes son opacos recuerdos de viejas calles, de aviones que no aterrizan en lugares adecuados,pero son alientos, mordiscos que si bien duelen, son achuchón del destino.
Un abrazo, Raùl.

awacat.es dijo...

Y, mientras el ciclista sigue con su giro, tú te recreas en el pedaleo que significa escribir estos pequeños, pero grandes al fin, relatos.

Una delicia..

p.d. Me gustaría mucho, ya que tienes otro debut el viernes, saber, si se puede, cuantos ejemplares has vendido ya de Elefantiasis y cuando va a salir el próximo libro.

Besos!

Andrés Bastardo Grenouille dijo...

Estática está la vida de este señor, se le han escondido las ganas bajo la falda de Bego, y se fueron con ella. Por razones como estas suelo poner mis ganas en la desgana misma, piso tierra y la piso fuerte.

Gabriela Amorós dijo...

Hola Raúl,
Vengo a desearte un buen día y mucho éxito en la presentación de Elefantiasis en Huesca. Te lo mereces.

Un inmenso abrazo.


Gabriela

PD: Uf, tienes razón, qué barroca que escribo :)

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola!
SUERTE.

Salud.
J.M. Ojeda.
Buen fin de semana.

Diana H. dijo...

Y su cabeza que no deja de pedalear en el aire. Me suena tan cercano. De todos modos, siempre logras hacerme sentir protagonista de tus historias. O sea, la presa termino siendo yo :)
Que sigan las presentaciones, querido Raúl.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Solo decirte que los carambanos se derritan y que ese sofa sea de fuego. La realidad a veces es solo el reflejo del recuerdo que nunca sucedio. Pero quien sabe, todo en esta vida es cambiable

El Doctor dijo...

Esos giros que da la vida,no siempre,amigo,no siempre,en nuestro favor.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

La vida no nos da tregua. A vceces uno tiene la impresión de que se va a estar jodiendo incluso muerto.
muy buen relato.

Rafa Cardo.

Juanjo Montoliu dijo...

Difícil escapar de ese círculo vicioso. A veces, ni el fin del invierno es capaz de romperlo.