Más de una vez, la última esta misma mañana a eso de las once, se le ha visto jugar a tapar la esfera del sol con la yema de su dedo pulgar. Alarga el brazo, cierra su...
Me encanta cuando te veo aparecer, justo antes de ir a pagar el ordenador.No es lo mismo leerte a esta horas que a otras. Debo de estar algo sensible o buscando mi propio eclipse. Me ha gustado mucho el relato. Un beso
También he tratado de tapar el sol con mis dedos, he querido engañar el desosiego con un suspiro forzado, he sacudido la cabeza para recobrar la razón, hasta he llegado a abofetearme, pero los desamores no tienen remedios mágicos.
Un texto excelente, de veras, escrito con mucha sensibilidad sin perder un ápice de la calidad narrativa y del hilo conductor de la historia. Empiezas con ese pulgar al sol, y terminas de la misma forma, cerrando el círculo, con esa frase tremenda y poética que lo envuelve todo, ese buscar su propio eclipse. Aquí te dejo unos abrazos admirados para tu texto de hoy, para mi gusto, exquisito.
Una mañana de jueves más vuelvo/volvemos a leerte. Nos cuentas de nuevo una historia sencilla e intima, pero sin caer en tópicos ni en sensiblerias. ¡No se cómo te lo haces! Todos hemos qurido desaparecer alguna vez en un eclipse. Es lo que tienen los fracasos sentimentales. ¡¡Besazos!!
Esa ausencia le recuerda probablemente otras que ni siquiera tienen nada que ver con que ella se fuera. Y la yema del pulgar ensaya de nuevo, una aproximación al trasfondo de una vida hueca. Una sonrisa
¿Quién no ha pasado por ello alguna vez? :) Aunque, personalmente, tiendo a postrarme ante el sol para calentar ese frío interno que me devora por dentro cuando me sé demasiado sola...
La gente suele hacer cosas raras cuando se siente abandonada. aunque pienso que siempre es mejor dejarse acompañar por la caricia del sol. Me gustó tu relato. (Por cierto, una coincidencia, cuando dejaste un comentario en mi blog Leolo, yo acababa de leer tu Elefantiasis)
Me atrevería a decirte que es lo mejor que he leído de ti. Hermosa historia, hermosa manera de contarla. Un saludo. (Te leo siempre aunque a veces tengo inconvenientes para dejarte un comentario.Incidentes que me ocasiona mi itinerancia)
Y aunque no lo confesará a cualquiera, apuesto a que de vez en cuando busca sosiego en el alcohol, ese amigo, por llamarle algo, que devuelve todos los problemas corregidos y aumentados.
Matando las horas está...lo difícil no es extrañar, sino matar las horas de no tenerle, ya cuando se mueren, el acto de extrañar es realmente sencillo....y luego toca el olvido... que complejo es todo. Besos.
NOCTURNO ETERNO Cuando los hombres alzan los hombros y pasan o cuando dejan caer sus nombres hasta que la sombra se asombra cuando un polvo más fino aún que el humo se adhiere a los cristales de la voz y a la piel de los rostros y las cosas cuando los ojos cierran sus ventanas al rayo del sol pródigo y prefieren la ceguera al perdón y el silencio al sollozo cuando la vida o lo que así llamamos inútilmente y que no llega sino con un nombre innombrable se desnuda para saltar al lecho y ahogarse en el alcohol o quemarse en la nieve cuando la vi cuando la vid cuando la vida quiere entregarse cobardemente y a oscuras sin decirnos siquiera el precio de su nombre cuando en la soledad de un cielo muerto brillan unas estrellas olvidadas y es tan grande el silencio del silencio que de pronto quisiéramos que hablara o cuando de una boca que no existe sale un grito inaudito que nos echa a la cara su luz viva y se apaga y nos deja una ciega sordera o cuando todo ha muerto tan dura y lentamente que da miedo alzar la voz y preguntar "quién vive" dudo si responder a la muda pregunta con un grito por temor de saber que ya no existo porque acaso la voz tampoco vive sino como un recuerdo en la garganta y no es la noche sino la ceguera lo que llena de sombra nuestros ojos y porque acaso el grito es la presencia de una palabra antigua opaca y muda que de pronto grita porque vida silencio piel y boca y soledad recuerdo cielo y humo nada son sino sombras de palabras que nos salen al paso de la noche
Conseguir un final así no es nada fácil, es perfecto. Mientras leía el relato imaginaba todas las escenas que nos describes, veía al hombre triste y abatido, melancólico… y la imagen tapando el sol me ha encantado. Y es que a veces demasiado claridad nos abruma, acostumbrados como estamos a pasarnos horas en oficinas grises, en supermercados con luz artificial…
Biquiños.
P.d.: espero que tu año vaya yendo mejor después del inicio “revuelto” que has tenido.
Excelente texto. Me ha encantado eso de intentar esconderse detrás de un dedo. Ya había oído lo de "tapar el sol con un dedo", pero tú lo has descrito genialmente
cuando llega el final siempre es difícil pero sabemos que el ser una humano es alguien que se transforma siempre y por eso es un ser sorprendente, besitos
Después de la última línea, he proferido un término más animal que humano, a mitad camino entre la onomatopeya y la interjección, para expresar lo que Con la yema del pulgar me has hecho sentir. Gracias, Raúl, por trasladarnos estas explosiones de emoción.
Devastadora la soledad en ausencia de alguien querido....cuando uno siente que dejó escapar el tren y que las manecillas del reloj, no pueden retrocederse, por más empeño y arrepentimiento. Pero, este encuentro impactante con uno mismo, de necesidad de madriguera donde esconderse, es el principio de un nuevo amanecer con uno mismo....aunque juguemos a crear un eclipse con nuestros dedos....aunque realmente nos sintamos eclipsados....el sol nada sabe de nuestros llantos...y continua impasible con su labor de astro rey, de levantar, un día, y otro día....un abrazo!
Yo he jugado alguna vez a tapar el sol con la yema del pulgar, me divertía ver como mi dedo podía tapar algo tan enorme..., no sé, tal vez tu protagonista también intente tapar una pena muy grande con un dedo...
Las ausencias provocan extraños fenómenos, a mí me pasó una vez que me volvía invisible y se olvidaron que vivía en el quinto derecha. El asecensor dejó de subir a mi planta.
A veces, es bueno levantar el pulgar, y eclipsar la realidad. Sí, no te quepa la más mínima duda. El pulgar puede hacer revivir unos sentimientos cegados por el sol...
Jo... veo con recurrencia el tema del duelo en tus posts. A veces es tan duro que te falte el aire cuando echas de menos a alguien. Te vuelves tan pequeño en su ausencia... y sin embargo no te queda otra que seguir caminando, que continuar donde lo habías dejado... ¡Qué duro se hace!
Querido Raúl: Casi desvanecida de emoción ante la osadía avasallante de tu declaración, y bajo los primeros efectos de tu prosa elefantiásica, confieso acorralada que te has convertido en el más reciente de mis amores imposibles. Sonrío con vos.
Blog abierto en 2006.
Autor de 3 libros de relatos: ELEFANTIASIS, LA SUAVE PIEL DE LA ANACONDA, y GLÓBULOS VERSOS y de 3 novelas: UN VIAJE SOLO PARA HOMBRES, ANTES. ENTONCES. NUNCA y POR MI GRAN CULPA, obra ganadora del XXIV Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe 2020. Aficionado al cine, buscador de cosas,... En fin.
57 comentarios:
Me encanta cuando te veo aparecer, justo antes de ir a pagar el ordenador.No es lo mismo leerte a esta horas que a otras.
Debo de estar algo sensible o buscando mi propio eclipse.
Me ha gustado mucho el relato.
Un beso
La soledad impuesta, no deseada, llama a la puerta del pecho y es difícil no dejarla entrar...
Un abrazo.
Qué preciosa imágen. Eclipsarse
Levanto el pulgar...
Hola, ola de mar...
Alguien debe decirle que no funciona. Yo lo probé miles y miles de veces.:-))
Un beso, del Aire
Es que en los eclipses hay algo tan mágico que permiten escapar de la cotidianidad de nuestras solitarias vidas
Un placer, como siempre
También he tratado de tapar el sol con mis dedos, he querido engañar el desosiego con un suspiro forzado, he sacudido la cabeza para recobrar la razón, hasta he llegado a abofetearme, pero los desamores no tienen remedios mágicos.
Preciosa metáfora, como casi todas las tuyas
una soledad que no sea de condena.
excelente
Espléndido, desgarrador y lleno de mágica sensibilidad. Mucho mejor tapar el sol con un dedo; mirarlo directamente, deja ciego.
Abrazos, amigo.
Un texto excelente, de veras, escrito con mucha sensibilidad sin perder un ápice de la calidad narrativa y del hilo conductor de la historia. Empiezas con ese pulgar al sol, y terminas de la misma forma, cerrando el círculo, con esa frase tremenda y poética que lo envuelve todo, ese buscar su propio eclipse. Aquí te dejo unos abrazos admirados para tu texto de hoy, para mi gusto, exquisito.
Excelente relato.
Perfecto. Una realidad, la tuya, maravillosa.
Un beso
Una mañana de jueves más vuelvo/volvemos a leerte.
Nos cuentas de nuevo una historia sencilla e intima, pero sin caer en tópicos ni en sensiblerias. ¡No se cómo te lo haces!
Todos hemos qurido desaparecer alguna vez en un eclipse. Es lo que tienen los fracasos sentimentales.
¡¡Besazos!!
María.
Esa ausencia le recuerda probablemente otras que ni siquiera tienen nada que ver con que ella se fuera.
Y la yema del pulgar ensaya de nuevo, una aproximación al trasfondo de una vida hueca.
Una sonrisa
¿Quién no ha pasado por ello alguna vez?
:)
Aunque, personalmente, tiendo a postrarme ante el sol para calentar ese frío interno que me devora por dentro cuando me sé demasiado sola...
Supongo que cada cuál tiene su truquillo.
Un abrazo sin eclipses.
;)
Cada uno desaparece como quiere.
Incluso negando la luz.
Saludos.
Ay, si los eclipses eliminaran lo que es...
La gente suele hacer cosas raras cuando se siente abandonada. aunque pienso que siempre es mejor dejarse acompañar por la caricia del sol.
Me gustó tu relato.
(Por cierto, una coincidencia, cuando dejaste un comentario en mi blog Leolo, yo acababa de leer tu Elefantiasis)
Saludos
Creo que és uno de tus mejores relatos,Raúl.Pura literatura de la vida.
Un abrazo,amigo.
qué bien escribes....
no está mal esconderse de vez en cuando, re-cargarse (de luz, energía...), para dejar salir después todo el arco iris.
un abrazo.
Con éste sí que me has seducido, del todo.
Me atrevería a decirte que es lo mejor que he leído de ti.
Hermosa historia, hermosa manera de contarla.
Un saludo.
(Te leo siempre aunque a veces tengo inconvenientes para dejarte un comentario.Incidentes que me ocasiona mi itinerancia)
Y aunque no lo confesará a cualquiera, apuesto a que de vez en cuando busca sosiego en el alcohol, ese amigo, por llamarle algo, que devuelve todos los problemas corregidos y aumentados.
Si pudieramos tapar algunas cosas con el pulgar como tapar el sol...
Brillante eclipse el que nos has presentado aquí, Raúl, muy birllante texto amigo. Enhorabuena. Un placer leerte. un abrazo.
Matando las horas está...lo difícil no es extrañar, sino matar las horas de no tenerle, ya cuando se mueren, el acto de extrañar es realmente sencillo....y luego toca el olvido... que complejo es todo.
Besos.
buscando su propio eclipse... preciosas palabras... preciosa fotografia... como siempre!
Corina
“Algunos ya ni tienen ganas de llorar por lo mucho que quieren ser valientes. Otros no.”
Será que busca la sobra que proyecta el sol en él mismo...
(Bello)
Besicos
Precioso .
Uno puede soñar que tapa el sol aunque sea mentira .
También así se ocultan las desgracias.
Besos.
Hoy, un poema de Xavier Villaurrutia
NOCTURNO ETERNO
Cuando los hombres alzan los hombros y pasan
o cuando dejan caer sus nombres
hasta que la sombra se asombra
cuando un polvo más fino aún que el humo
se adhiere a los cristales de la voz
y a la piel de los rostros y las cosas
cuando los ojos cierran sus ventanas
al rayo del sol pródigo y prefieren
la ceguera al perdón y el silencio al sollozo
cuando la vida o lo que así llamamos inútilmente
y que no llega sino con un nombre innombrable
se desnuda para saltar al lecho
y ahogarse en el alcohol o quemarse en la nieve
cuando la vi cuando la vid cuando la vida
quiere entregarse cobardemente y a oscuras
sin decirnos siquiera el precio de su nombre
cuando en la soledad de un cielo muerto
brillan unas estrellas olvidadas
y es tan grande el silencio del silencio
que de pronto quisiéramos que hablara
o cuando de una boca que no existe
sale un grito inaudito
que nos echa a la cara su luz viva
y se apaga y nos deja una ciega sordera
o cuando todo ha muerto
tan dura y lentamente que da miedo
alzar la voz y preguntar "quién vive"
dudo si responder
a la muda pregunta con un grito
por temor de saber que ya no existo
porque acaso la voz tampoco vive
sino como un recuerdo en la garganta
y no es la noche sino la ceguera
lo que llena de sombra nuestros ojos
y porque acaso el grito es la presencia
de una palabra antigua
opaca y muda que de pronto grita
porque vida silencio piel y boca
y soledad recuerdo cielo y humo
nada son sino sombras de palabras
que nos salen al paso de la noche
Conseguir un final así no es nada fácil, es perfecto.
Mientras leía el relato imaginaba todas las escenas que nos describes, veía al hombre triste y abatido, melancólico… y la imagen tapando el sol me ha encantado. Y es que a veces demasiado claridad nos abruma, acostumbrados como estamos a pasarnos horas en oficinas grises, en supermercados con luz artificial…
Biquiños.
P.d.: espero que tu año vaya yendo mejor después del inicio “revuelto” que has tenido.
Excelente texto. Me ha encantado eso de intentar esconderse detrás de un dedo. Ya había oído lo de "tapar el sol con un dedo", pero tú lo has descrito genialmente
cuando llega el final siempre es difícil pero sabemos que el ser una humano es alguien que se transforma siempre y por eso es un ser sorprendente, besitos
Después de la última línea, he proferido un término más animal que humano, a mitad camino entre la onomatopeya y la interjección, para expresar lo que Con la yema del pulgar me has hecho sentir.
Gracias, Raúl, por trasladarnos estas explosiones de emoción.
Muy lírico, Raúl, me ha encantado. Sería genial poderse eclipsar con un pulgar cuando se necesitase, ¿verdad?
Besos
P.D. No me corre prisa...
Preciosa metáfora lo del pulgar jugando a tapar el sol, muy visual y a la vez lleno de significado (por lo de su propio eclipse).
Devastadora la soledad en ausencia de alguien querido....cuando uno siente que dejó escapar el tren y que las manecillas del reloj, no pueden retrocederse, por más empeño y arrepentimiento. Pero, este encuentro impactante con uno mismo, de necesidad de madriguera donde esconderse, es el principio de un nuevo amanecer con uno mismo....aunque juguemos a crear un eclipse con nuestros dedos....aunque realmente nos sintamos eclipsados....el sol nada sabe de nuestros llantos...y continua impasible con su labor de astro rey, de levantar, un día, y otro día....un abrazo!
Ojalá pudiera abrazarlo(te)
Me encantó. Sublime!!!
Besos mágicos
Sonrío
Poética idea la de tapar el sol para buscar el propio eclipse. Te aplaudo.
Quizás se esconda bajo su propia sombra. Espero no tener nunca que hacerlo.
Lo siento, pero... ¡qué bien te sienta perder adjetivos y demás haberes! ; )
Beset
¡Hola Raul!
Creo que todos en algún momento tenemos esa necesidad, ese desespero...
Poco a poco llegamos a ser los dueños del silencio, poco a poco...
Saludos de J.M. Ojeda
Yo he jugado alguna vez a tapar el sol con la yema del pulgar, me divertía ver como mi dedo podía tapar algo tan enorme..., no sé, tal vez tu protagonista también intente tapar una pena muy grande con un dedo...
Besitos.
Bueno, esa "yema del pulgar" más que eclipsar, ha dado a luz un hermoso relato
Vengo desde casa de Leo
Saludos
Merce
Bravo Raul, tu realidad nos hace soñar. Un abrazo.
Menos mal que no es tan fácil eclipsarse, porque la tentación sería inmensa, en algunos momentos de la vida.
Triste, pero aunque lo desee, al tapar el sol con la yema de los dedos no logrará eclipsarse, sólo está igualando el ángulo visual de ambos.
Las ausencias provocan
extraños fenómenos,
a mí me pasó una vez
que me volvía
invisible
y se olvidaron que vivía
en el quinto derecha.
El asecensor dejó de subir
a mi planta.
A veces, es bueno levantar el pulgar, y eclipsar la realidad. Sí, no te quepa la más mínima duda. El pulgar puede hacer revivir unos sentimientos cegados por el sol...
Por cierto, ¿cómo va el libro el Elefantiasis?
Un abrazo.
No hay escondite posible para resguardarnos de nosotros mismos.
Es más fácil engañarnos tapando al sol.
¡Joder, qué bueno!
JC.
Cuando escribes de ausencias se me tapona el alma..
Precioso. Snif..
Jo... veo con recurrencia el tema del duelo en tus posts. A veces es tan duro que te falte el aire cuando echas de menos a alguien. Te vuelves tan pequeño en su ausencia... y sin embargo no te queda otra que seguir caminando, que continuar donde lo habías dejado... ¡Qué duro se hace!
Saludos,
Miri
Me ha encantado, es puro sentimiento. La frase que mas me a gustado... " Para mí que se está escondiendo..." estremece de leerlo!
Querido Raúl:
Casi desvanecida de emoción ante la osadía avasallante de tu declaración, y bajo los primeros efectos de tu prosa elefantiásica, confieso acorralada que te has convertido en el más reciente de mis amores imposibles.
Sonrío con vos.
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