jueves, 20 de noviembre de 2008

Al cruzar el río

Millones de mugidos. Millones de...
Red River.- 1948.- Howard Hawks

45 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca me gustaron las películas del viejo oeste; y siempre estuve a favor de los indios, nunca de los vaqueros ;)

Ahí te dejo algo que me recordó el título de tu post :)

http://es.youtube.com/watch?v=83Z8SJga90U

Besos

Sol - Estaré siempre dijo...

Ay Raúl me apena no saber de estas peliculas.. si mi abuela viviera quizas me ayudaría a poder dejar un bello comentario sobre la misma.. perro a ver.. leyendo que puedo decir... que supongo que no fueron epocas fáciles para los vaqueros... si lo paso a esta época estamos igual.. no son buenas epocas para los inversionistas no??? Un beso lleno de luz cielo... Te gradezco que siempre estes en mi refugio... FELIZ JUEVES YA.. verdad?

mia dijo...

Soy una apasionada de este cine

colecciono estas películas

y creo que posees la magia

de hacerlas revivir

en tus entradas,gracias

de tu Azaharalandia....

♥♥♥besos♥♥♥

Miriam Jaramillo dijo...

De visita en tu blog. Es un placer leerte. Con infinito respeto.

Mixha Zizek dijo...

interesante relato, lo leí como tal mas no sé si forma parte de una movie, si fuera así no acierto de cual, pero el texto que dejaste podría ser muy bien el inicio de uno más largo,

interesante, un beso

Anónimo dijo...

Llega el jueves y llega mi cita contigo, en cuanto dispongo de un par de minutos libres.
El cine del oeste sirve para hablar de cualquier cosa. Es el ejemplo perfecto de la épica humana: sabiduria, traición, instintos, valores eternos....
Tu texto de hoy es de una gran sencillez.

María.

ethan dijo...

... sólo se dará cuenta de su error cuando él falte; cuando su sombra amenace al resto del grupo. En ese momento tendrá que tomar decisiones y comprenderá por fin porque se le agrió el carácter al que tenía por ídolo.
Esto no hay quien lo arregle. El enfrentamiento final es inevitable...

Bravo Raúl! No esperaba menos de ti.

Un abrazo.

Lila dijo...

Este me ha gustado menos que los anteriores. Sin embargo, me fascinan las nuevas palabras que encuentro en tus relatos (Nuevas para mí, me haces tirar del diccionario)

Besos.

Belén dijo...

pero es que por mucho que nos joda, los hijos nos acabamos pareciendo tanto a los padres...

me encanta pero es que sería tan repetitiva...

besicos

Arcángel Mirón dijo...

Seguro que mi abuela la sacaría, se veía todas las de "convoys" (sic).

Anónimo dijo...

Pufff, eso de querer parecerse a...
O de que quieran que te parezcas a...
En fin, por qué no dejar que cada uno sea cómo es?
Por qué querer ser como otro y no como uno es?
Si en realidad todos somos diferentes, aún siendo hipotéticamente iguales, las circunstancias de cada uno llevarían la misma esencia por caminos distintos.

Mi abuelo no se pierde la "vaquerada" ( así lo llama él) de cada tarde en la tele :D


Un besito

P

Carlos Frontera dijo...

Tipos duros con polvo en la garganta que sobreviven en una paisaje hostil. Como dijo alguien por ahí arriba, el western como expresión de la épica.
De pequeño me fascinaba este género. Ya en mi adolescencia comencé a rechazarlo, sin duda por culpa del spaghetti western. Ahora estoy tratando de recuperar los viejos clásicos, que hablan de la grandeza y las miserias el género humano. Comenzaré con John Ford. En unos días espero dar buena cuenta de La diligencia.
Este texto me ha recordado los gratos momentos que pasé delante de una pantalla viendo a John Wayne, hombres con códigos de honor, para los que la traición era el mayor de los males, tipos duros como el medio en que vivían. Western del bueno el de este relato.

y qué más da... dijo...

Nunca me gustó la idea del lejano Oeste, así que debí perderme un montón de imágenes, un millón de metáforas seguramente excepcionales y tantas otras cosas. Pero era encender la tele, ver una caravana de carretas por un camino polvoriento, y sentirme invadido por el aburrimiento más profundo que pueda albergar un niño. Yo creo que ya no tengo remedio, que ya no hay manera de reengancharme...
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Tu texto es como las mismas películas, el mismo ritmo. A mí sí me gustaban, por la armonía y la previsibilidad.(existe esta palabra?)
Muchos besos Raúl

Anónimo dijo...

Aysss, las famosas "vaqueradas" que tanto gustaban a mi padre... Eran tiempos en blanco y negro. De durezas. De frases lapidarias y silencios polvorientos.
No me gustaban, pero ahora que ya no está, me evocan tanto su recuerdo...
Gracias.

Anónimo dijo...

Verla la he visto seguro, pues la fotografía que has puesto me es familiar, pero no adivinaría de que película se trata.
¿En esta salen indios? Lo pregunto porque esas eran las que más me gustaban de entre las del oeste "vaquerdas" con las llaman otros, aunque en mi casa eran "pelis de indios".
destaco, como ya te ha dicho alguien, el ritmo del texto, rápido, como una secuencia típica de estas pelis.

pd: el banner, como siempre, genial.

Tom-ás

Maria Coca dijo...

Esta película la he visto seguro!

Besos a este lado del río.

Elena Casero dijo...

Estas películas siempre me recuerdan a mi padre. A él le encantaban. Disfrutaba como un niño. De hecho se compraba, perdón, cambiaba las novelas de Zane Grey en la paraeta (quiosco) cada semana.

El texto está perfectamente acompasado a las miradas de ambos hombres.

Besos

alkerme dijo...

Me gustan las del oeste...
y hoy me quedo con:
"Aunque a este lado del río se encuentren los mejores pastos del país"

Besos

leo dijo...

Me encantan los vaqueros. Un gusto leerte.

Camy dijo...

Cada vez descubro que no me importa acertar o no en el nombre de la película. El haberla visto o desconocerla. No se trata de eso. Me interesa y me encandila leer cómo lo describes e incluso, pensar, que gozas poniendo en un brete a tus lectores ¡cuánto me gustaría ver tu cara al leer los comentarios!. Por cierto en esta película J. W. me convence como actor.La rudeza del lugar, la lucha por los pastos, el respeto a la fuerza y el espejo en donde mirarse (el joven M.C.) la sabiduría de los años...Leyéndote escucho los silbidos de los vaqueros y se me mete en la garganta el polvo de la pradera.
Volveré de nuevo a disfrutar con tu próxima entrada.
un beso

Miguel Baquero dijo...

Pues a mí, por mi nombre, me gustan mucho las películas del Oeste. Son cojonudas. Y magníficas metáforas del ser humano. Y me encanta el polvo y las diligencias y los cactus y las bolas de matojo rodando por la calle principal y las calaveras de las reses en el suelo...
Esta es Río...

Si me permites un consejo, con todo el aprecio y admiración del mundo, porque me estoy enganchando a tu blog, la expresión "sin tan siquiera esperar" no es muy literaria. Me permito aconsejarte "sin esperar siquiera"

Juanjo Montoliu dijo...

No somos nadie para juzgar a otros, y eso lo sabes tú mejor que muchos.

Gran texto, como siempre.

Manu Espada dijo...

No sé quién dijo que el western es el género más cinematográfico, y estoy de acuerdo, es muy plástico, se puede jugar mucho con los silencios, con los gestos, con los planos cortos, con las descripciones de los personajes estereotipados, y su puesta en negro sobre blanco también es fascinante, claro.

Anónimo dijo...

Se me olvidó decir, que tu entrada viene al pelo, ahora que se ha anunciado la nueva película de Ed Harris, -Appaloosa-. No pasan los años por las del salvaje oeste.

http://www.labutaca.net/films/63/appaloosa1.php

Tom

Paula Malugani dijo...

Un abrazo Raúl, sigo mirando tus películas escritas. Estoy contenta de haberte encontrado. Hasta pronto!

pepa mas gisbert dijo...

Por razones que no vienen al caso (entre otras cosas porque no lo se), nunca me gustó John Wayne y ver algunas de sus películas siempre me producía un dilema interno que en algunos casos (películas) reconozco no era tan complicado. Ver junto a él los nombres de John Ford, Howard Hawks o Raoul Walsh redime a cualquier actor. Y ver la siempre dura fragilidad de Cliff Montgomery es una experiencia que ningún amante del cine debe perderse.

Y dicho esto, reconozco también que después de haberte leido, no importa, no me importa, que actor interpreta tu obra, importa que tu la has escrito maravillosamente.

Besos xiquet

Tesa dijo...

Qué característico el modo de andar de John Wayne ¿verdad?

Anónimo dijo...

Hola...ola de frío..
A mi sólo me gustaban los indios con su danza y su amor x la tierra. Los otros eran rudos,materialistas,sucios y groseros..Claro,aquella época en la que ponían tantas los sábados x la tarde..las vi todas. Evidentemente sí el muchacho es el vaquero bueno de una peli..tendrá que ser como el otro. Es lo que le pasa x trabajar en una peli del oeste..que su papel es un poco limitado..,ser así es su sino.
Te imaginas que se rebela y se hace fabricante de adornos para chicas aprendiendo de los abalorios indios..o zumero..que se yo. Un beso o cuatro. Aire

Portobello dijo...

Las despliegues hacia el Oeste norteamericano tan bien mostrados por John Ford. Esa historia de América tan sangrienta, tan colonizadora, tan masculina y guerrera. Ahora llega a las pantallas una del oeste también, Appaloosa de Ed Harris.

Tacirupeca Jarro dijo...

Me gusta la sutileza de la frase final. El viejo que es capaz de sermonear al joven y avivar así el respeto hacia Tom, y que acto seguido es capaz de reconocerle su potencial valía. Un maestro. Y el joven, desconcertado, supongo.

Anónimo dijo...

Por mucho que Tom se empeñe, yo nunca seré como él... y claro el lenguaje lo pone, lo enfila, lo distribuye, le da el visto bueno: y uno lo cree. A veces es mejor no decir nada.

un saludo,

el piano huérfano dijo...

lo relatas bien por eso gusta
un abrazo

Єѕтnoм dijo...

No soporto las de vaqueros, pero me encanta como relatas.
Besos.

Dante Bertini dijo...

nunca fui de westerns (prefiero las mismas historias con otro ropaje), aunque este encuentro entre la dureza y la sensibilidad tuvo lo suyo.

Anónimo dijo...

Al cruzar el río,....el niño se convertirá en hombre. Todo un viaje iniciático el de RÍO ROJO.
Bien contado.

Vivian dijo...

En esta ocasión coincidimos en el fondo y en la forma, en el gusto por la película y en la apreciación sobre la película.
Gran texto para una gran película.

Un beso

arcademonio dijo...

...recuerdo ver esta película sentada , con mi abuela, junto a la chimenea...palomitas con anis...gracias...infinitos besos de bolsillo...

pepa mas gisbert dijo...

Frase (con irónico humor) de la película:

-Montgomery Clift: "Delante tenemos a los comanches en pie de guerra y detrás a Dunson (John Wayne) que viene a por nosotros. ¿Qué hacemos, muchachos?"
-Vaquero: "Tú decides, Mathew".
-M.C.: "¡Adelante, muchachos!"


Yo no voy ni delante ni detrás, me quedo aquí, leyéndote.

Besos

AdR dijo...

El Western es un género que se me atraganta. Pero hay films que son irresistibles y no puedo evitar verlos una y otra vez, cada año.

Como por ejemplo...
Once Upon A Time In The West...
sublime.

A todo esto, maravilloso Howard Hawks.

Abrazos.

entrenomadas dijo...

Pues a mí están empezando a gustarme. Y lo que hoy has subido ayuda bastante.
Pero eso sí, las balas de gaseosa, mucho mejor.

Un kiss,

M

El Doctor dijo...

¡Howard Hawks!¡Quién lo diría!Él siempre situaba la cámara a la altura de los ojos de una persona,no jugaba con trampas ni hacía épater con la cámara.Director todo terreno que tocó todos los géneros como nadie.Yo sitúo a Ford y Hawks en el olimpo del cine del oeste.En Río rojo se puede ver por primera vez la alusión a la homosexualidad,cuando Wayne y Clif juegan con sus pistolas y aluden su tamaño tocándolas sensualmente.

Tu relato tiene sabor a Horizontes de grandeza.

Amigo mío,tu comentario sobre la melancolía es insuperable.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Pues a mí me encantan las películas del oeste. Puede decirse que me eduqué cinematográficamente con ellas y justamente en las últimas semanas he podido ver dos de ellas:"El tren de las 3:10" (me ha parecido fantástica)y "Apaloossa" ( menos convencional, pero muy recomendable y además con Viggo Mortensen... aissss!)
Gracias por tu comentario de Gomorra, siempre alegra coincidir con alguien como tú.
Besos red river.

Marta Arrufat dijo...

Raul!! a mi que no me va mucho el Western ( la única de toda mi gente que les encanta chuparse todas las vespertinas de canal 9 cuando pueden)va y me leo todo todito y todo el texto, me encanta!!

Anónimo dijo...

Raùl,
H&H resume en parte toda mi infancia.
Fue unas de mis primeras pelis, con celofàn incluîdo en la pantalla, y con broncas,pues fue la primera que vimos antes de comprar la tele "a todo color", por falta de pelas. Aquella peli pues, que vimos en familia, fue ésta que describes: "Rîo Bravo"( que se tradujo mal, pero que se vio, super bien, y todo hay que decirlo).
Escribî sobre ella en mi bitàcora, pues era la prefe de mi padre y la mîa, y asi fue cômo logramos transmitîrles a la manada, nuestra pasiôn por las de "vaqueros".
J.W y "el enano" (como lo nombraban, por su talla) forman y formaron parte de toda una parcela de recuerdos, pasados, presentes, y tal vez, futuros o por venir.
Por contestarte a tu comentario, hoy, anduve buscàndote entre mi bitàcora hasta que por fin te encontré por "Debajo del nivel", como dirîa "Irakere"..., pues siempre andas despistando.
Has de saber, que sin ti, no me hubiése aventurado en esto, como tampoco hubiése empezado a creer en ti, ni en mi proyecto, de no estar ahî, tù, presente, siempre, como sin necesidad de promesas y "sin expectativas"...
En todo caso, gracias por dejarme leerte en cada uno de mis textos, pues yo estaré, de poder estar.
Beso. E
P.S. Por cierto, espero tu comentario en mi ùltima entrada...
Nunca fui de las que di por hecho que lo lograse, y créeme, que aunque casi, casi... nunca las tengo todas conmigo y necesito ver escritas entre tus palabras, las mîas.
Un beso, de esos doctorales... E

P.S. Ni se te ocurra aconsejarme que abandone, o al menos, deje de darle con tanto énfasis a los suspensivos, porque en ese caso, dejo de escribir.
Las comas, desde entonces, tras mûltiples consejos, las pongo, o al menos, lo intento..., pero los suspensivos, no tienen ni tendràn arreglo...