jueves, 4 de octubre de 2012

A la desesperada

Lo que voy a contar ocurrió el pasado martes por la noche. El miércoles por la mañana fue cuando morí.
En todo este tiempo que hace que no te veo te habré follado unas cien veces. En todas las... 
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Mañana día 5, a las 20h, presentamos en Granada.

33 comentarios:

Uno dijo...

Me has recordado "la voz humana" aunque esta sea la voz de un hombre. También algún que otro fracaso personal. Qué locura el amor.


39escalones dijo...

Hay amigos a los que conviene no hacer caso. Y hay ciudades con puente en las que es mejor no vivir...

Lansky dijo...

El prota y narrador me recuerda al William Holden de Sunset Boulevard (El crepúsculo de los diosesen España)o la chica de la última de Oliver Stone, Salvajes: un muerto que relata lo que pasó. Me gusta, como casi todo lo tuyo, aunque "de todas las posturas..." en lugar de 'En todas las posturas...' me chirría un poco, pero el autor es dueño y señor de sus palabras: tú mismo

Un saludo

Juanjo Montoliu dijo...

Ah, cuánto daño hace la indiferencia. Crea fantasmas donde no los hay y muchos más de lo que hay, cuando existen.
Hay que tomar algo para la indiferencia, aunque me temo que las cervezas con algunos amigos no son la mejor medicina.

Anónimo dijo...

Ya lo dice el tírulo de tu relato. hay gente muy desesperada y, curiosamente, esa desesperación viene por tonterias la mayoría de las veces.
Me ha gustado ese flashback que propones.
Saludos.


JC

roberto dijo...

Los puentes invitan a este tipo de viajes y saltos...

Pedro Sánchez Negreira dijo...

¡Brillante, Raúl, realmente brillante!

Un micro que desde su título, catafórico, se mueve con un pulso narrativo envidiable y que logra -al menos conmigo, y por lo visto en los comentarios, no sólo conmigo- una actitud lectora muy cómplice.

Estrucutrado sin trampas ni pliegues que pretendan embaucar al lector, arrancamos sabiendo que el narrador está muerto y nos deslizamos por el tobogan narrativo con el único fin de conocer los cómos y los porqués, y es en ese descenso donde quedamos atrapados como lectores.

Mis aplausos sinceros.

Un abrazo.

LaCuarent dijo...

Pues el puente no ha obrado ningún milagro para el pero si tal vez para ella

Un besote y pásalo muy bien en Granada

Unknown dijo...

Miró al pasado y no al porvenir, que no llegó a tiempo. Saludos.

Josep Lloret Bosch dijo...

Que drástico, Raúl: la culpa es del amigo que le tuvo que decir que las mujeres son como los trenes: esperas y llega otra.... ;-)

Para ser un flashback, muy intenso.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Qué barbaridad, tirarse de un puente y después venir a contárnoslo...

lopillas dijo...

Me ha entristecido tanta pasión sin respuesta. Eres capaz de removernos tíu.
Besote

Juan Herrezuelo dijo...

Naturalmente, yo le habría aconsejado que contara hasta diez antes de arrojarse al vacío, porque, como dijo aquél, a medida que vaya descendiendo desde el pretil hasta el lejano suelo se dará cuenta de que todos sus problemas tenían solución, todos excepto el de haberse arrojado del puente. Pero su opinión sobre las mujeres en general y sobre la que fue suya en particular no me ayuda demasiado a empatizar con el tipo: habida cuenta de que la violencia que se ejerce con las palabras suele ser anticipo de la violencia física, mucho mejor haberse arrojado que arrojar. (Te imagino a esta precisa hora en un salón de Granada y vuelvo a lamentar no estar). Abrazos.

Marcos Callau dijo...

Muy bueno Raúl. Me gusta mucho este relato, aunque es lamentable que para el pobre suicida ni siquiera el sexo telefónico le salvara de una muerte anunciada. Me quito el sombrero!!!

Anónimo dijo...

Pobre chico...su último recurso, tan humillante... y por no acertar ni siquiera le salió el suicidio. A veces tus textos más oscuros me parecen la cara oculta de una noticia.

Saludos

Anónimo dijo...

De lo que no me queda duda es de que por más que uno sufra por alguien, tarde o temprano termina por superarlo y la felicidad que no se vislumbra por ningún lado en esos duros momentos de desamor, resulta siendo nuestro destino. Es que solo es es cuestión de encontrar a la persona correcta; y la persona correcta no te deja. Otras veces, la pareja lo deja a uno porque uno no es la persona correcta para ella.

Por tanto; todo este embrollo es "cuestión de tiempo..."

Me ha gustado mucho, Raúl.

Anónimo dijo...

Dicen..... Las mujeres se abren al sexo a través del AMOR.....Los hombres al AMOR a través del sexo .
Esa mujer ....no fue amada ...sólo follada.
Excelente!

Miguel dijo...

No está bien suicidarse así de estas maneras... A lo mejor un suicidio menos planeado, más natural, hubiera dado un toque de distinción a esta relación atroz.
Excelente prosa.

Un abrazo.

MUY SEÑORES MÍOS dijo...

Siempre elegante, no importa la anécdota.

Saludos. Eres grande.

matrioska_verde dijo...

¡que desolador y cuan real!

da miedo.

biquiños,

p.d.: espero que la anaconda esté llegando muy lejos.

Céfiro dijo...

¿Has leído "Cuando fui mortal", de Marías?
Un saludo.

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Dicen que cuando nos asomamos a un precipicio lo que nos aterra no es la altura sino el miedo a tener la tentación de saltar. Estupendo una vez más.

abril en paris dijo...

Lo que ocurre es que si no te quieres a ti mismo va a ser dificil que te quieran y luego claro te tiras por un puente a falta de otra cosa..¡triste tipo! Se veia de lejos.


Siempre nos dejas sin el protagonista..

Besos

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Me encanta la serie negra oscura, seca, sordida y cotidiana, sobre todo si esta tan bien escrita.
Y coincido con Lansky en que el protagonista recuerda al William Holden de "Sunset boulevard", aunque en version digamos mas arrabalera. Se me courre que entre Billy Wilder y Samuel Fuller, ya en la decada de los sesenta, podian sacar adelante una posible adaptacion al cine.
Un saludo.

Rochies dijo...

sin saberlo te has sumado a la convocatoria: "Teléfono" de la que nunca participo, y me acabo de sumar.
Nuestros relatos se hermanan. Ya me dirás por qué. Te espero.

ethan dijo...

Moraleja: cuidado con los consejos de los "amigos"; y segunda, los puentes mejor cruzarlos por debajo.
Un abrazo

Luna dijo...

Cuantas muertes de ese tipo y esos que las acumulan una tras otra y nos siguen culpando a nosotras las mujeres...

El relato me encantó, muy limpio.

Lo Siento por Interrumpir dijo...

El chantaje vestido de suicidio. Qué idiota.

Felicidades por todo ;-))

BB dijo...

Siempre hay que creer en los milagros, porque de qué otra forma podrías habernos contado esta historia de desamor y de suicidio fallido...
Un abrazo

Nieves dijo...

Menuda pillada que tenia con la que le dejo.Tus finales me encantan,son sorprendentes y rotundos,te dejan sin aliento y sin palabras.nieves

Javier Ximens dijo...

Qué bien nos llevas por la historia de este piernas. Por cierto, el domingo compré tu Elefantiasis, del cual solo he leído el prólogo. Desde luego, si la prosa es como la de este relato, promete.

Elysa dijo...

¡Vaya, vaya! Ya han pasado por aquí, Pedro Sánchez Negreira y Ximens, mis amigos, me alegro.
¡Ah, tu relato! pues que me gusta mucho, sobre todo porque saber desde el principio que ya está muerto como que me permite disfrutar aún más de la lectura y del porqué toma esa decisión.

Besitos

Annie dijo...

Raúl hacía mucho que no pasaba a leerte pues estoy un poco (tal vez demasiado) desconectada, así que tengo que ponerme al día con todos tus relatos.

Este me encantó, sobre todo el inicio, que me hizo rememorar situaciones vividas hace mucho tiempo.
La foto de la cabecera también es de todo mi gusto, pues "El cartero llama dos veces" es de mis películas preferidas.

Sonrío