Mauricio se perdió por unos gemidos inesperados, unas sábanas que ya no olían a él y por el abrupto sonido de un disparo.
Y ahora no lleva maleta, siquiera un hatillo. Viste un abrigo raído y un pasado molesto y, con esas pocas prendas y las manos en los bolsillos, trata de esquivar su tormento adentrándose por calles que no le conocen y entre gentes que le miran poco o mal. No por asesino, sino por extranjero.
En la fonda en la que para, pintan el menú del día sobre el cristal de la puerta con letras en redondilla. Hoy hay sopa de menudillos y de segundo mongetes. La habitan trabajadores sin trabajo, puteros con más ganas que dinero para el vicio y un charlatán de los que acampan en las Ramblas vendiendo cuchillas de afeitar de esas que en lugar de rasurar laceran las mejillas. También es lugar de paso de algunos de los carteristas y descuideros que asaltan, cerca de Colón, el embobamiento de los turistas.
El sitio, donde no se come mal pero se bebe demasiado, está en una calle estrecha y umbría, donde apenas entra un minuto de sol al día para calentar los pocos sueños que se permiten los que allí viven. Sueños humildes, ramplones, baratos.
Lo más hermoso de esa calle son los rizos de Pilar, la sobrina del dueño de la fonda. Mauricio, que sólo se entiende con ella por señas, la observa con embeleso cuando se aposta en la acera de enfrente, con las palmas de las manos pegadas a la pared, para gozar de su ración diaria de sol. Por mucha pena que arrastre, es ver la sonrisa de Pilar bañada en la luz del mediodía, y a Mauricio se le disipan todos sus malos recuerdos.
La calle sin sol.- 1948.- Rafael Gil
61 comentarios:
Desde ya paso a desearte felices fiestas!
te dejo un abrazo!
Siempre nos miran mal no por asesinos, sino por extranjeros, en efecto.
No conozco la película (que tiene muy buena pinta) pero si que sé un poco de "huir", así que puedo decir que quien huye lo hace normalmente por culpa de sus propios errores.
Una vez más un excelente post.
JC
Qué sería de la vida sin sonrisas como soles.
Y el sol se hizo...
Tienes razón, la foto no es muy identificativa, pero sí lo es el texto, que capta ese sabor de lo castizo y lo atormentado, esas esquinas de sombras en una calle sin sol.
Aunque sólo sea por un minuto al día el, sol hace esos milagros.
Un beso
Haremos lo posible por estar en la presentación.
Un abrazo.
Que importantes son los minutos de buena luz en la vida, suponen no desfallecer.
" Sueños humildes, ramplones, baratos." Muy bueno, me gusta.
Pd:te dejo un trozo de tarta de calabaza, o que se yo. Para que llegues a Murcia bien desayunado ;)
Un abrazo.
Raúl, como siempre, también me encanta esta imagen congelada.
Un beso
Cuanta historias en aquel barrio chino de Barcelona. Qué maravilla, ¡cuantos sospechosos!. Todo eso me has recordado en un momento. suerte en Murcia.
un ambiente deprimente con una pincelada de ilusión, Pilar, la belleza.
bicos,
Quienes hemos sentido ese temblor en el alma que deja el destierro sabemos que disponemos de pocas cosas a que aferrarnos para sobrevivir. Y una sonrisa y un poquito de sol tienen el poder de alegrarnos un instante.
Un fuerte abrazo-
Recuerdo cuando "ver" al chico que te gustaba podía alegrarte durante toda la semana. Sólo una vista rápida, un paso,como una brisa... "le he visto" y encima, eras la más afortunada de tu grupo de amigas.Si te lanzaba una sonrisa...ufff... entonces ya podías ponerte a bailar.Siempre imaginabas que significaba mucho más.Tan poco y tanto, entonces...Tanto por un minuto de sol.
¡Que tengas tu minuto de sol en Murcia!
Hola Raúl, casi he podido tocar los rizos de Pilar, y a Mauricio paseando por la calles del Raval,
Aunque el menú del día era distinto.
Un beso y que disfrutes en Murcia.
Con esta peli me has pillado. Parece que está ambientada en Brcelona pero no tengo ni idea. Voy a tener que esperarme un par de días a que nos escribas el título y el director.
De todas formas, si la has elegido seguro que es porque existe una lectura dramática y profunda detrás de lo que vemos en la pantalla.
¡¡Mucha mierda en Murcia!!
María
Amparo Rivelles desprendía sol por si misma, ni un minuto le hacía falta en aquella oscura calle.
No le hagas segunda parte, que te conozco, seguramente vas a hacer que vuelva a cojear de la misma pata y adios a la tranquilidad de su sonrisa. Dejemos la belleza del texto en la imagen congelada.
Muy bueno.
Un beso.
Lo bueno es siempre que haya algo por lo que sonreír, querido, ¿no crees?
Besicos
Esta vez no la pillo, pero no importa para saborear ese fotograma congelado que tu maestría transforma en letras
Como de costumbre, un placer
Besos
Hola, ola de mar..
Y es que , a veces para encontrar un rayo de luz y belleza, hay que caminar mucho entre lo feo y oscuro.
Un beso, del Aire...
Cabe las Ramblas, todo es posible...
Que vaya bien en Murcia dentro de un rato...
Un abrazo.
Siempre agradecemos una sonrisa que nos reuerde que estamos vivos, animándonos a continuar caminando a pesar de las penurias y tristezas en uno mismo.
Un abrazo grandote
Naia
¿Qué tendrán algunas sonrisas, Raúl?...¿qué tendrán?. Un abrazo.
Pobre Mauricio, un segundo para un error y una vida para esconderse en la oscuridad, menos mal que ahí esta ese minuto de sol para calentar y los rizos de Pilar para soñar....
Besitos.
Raúl por variar, otro post que me encantó!!!!!!!!!!!!
Que bien retratas las calles de La Barceloneta y el sentir de un extranjero recién llegado.
Hasta que brilla el sol en la sonrisa de algún lugareño y nos hace olvidar los sinsabores pasados.
Te deseo mucho éxito hoy en tu presentación en Murcia (estoy segura que lo tendrás) y te acompaño de corazón.
Besos brujos
Buenísima tu historia, Raúl, no le falta ni le sobra nada, con ese Mauricio, que asesinó a su mujer porque se la encontró con otro y ahora malvive en esa pensión barata y umbría y cuya única alegría es ver posarse el sol sobre las plamas de las manos y lso rizos de Pilar...
Un beso y muy feliz fin de semana, querido amigo.
Me han entrado ganas de volver a ver esa película. Recuerdo la escena: ella pegada a la pared justo para pillar la pequeña ración de sol que los edificios de alrededor le cedían a la calle.
Una delicia tu relato. Como siempre.
Excelente relato, recuerdos de gente tristes y melancólicas.
Felicidades.
Feliz fin de semana.
Un saludo.
Un placer leerte, no es nada nuevo ni algo que no hayas oído antes.
Un Abrazo.
Parece que Mauricio está viendo ese minuto de sol: parece ser el último.
Un saludo,
Las Ramblas es un perfecto escenario para emociones y deseos rotos. Tal vez Mauricio lo único que busca es una mirada, una sonrisa perdida que llevarse a la boca...
Un abrazo.
Un minuto de sol es mucho más de lo que tienen algunos y la felicidad es un estado de ánimo que depende mucho más de la perspectiva desde la que miremos que de la situación en que realmente estemos aunque sea mejor que la de muchos.
Y es que el hombre por penurias y desgracias que haya vivido siempre se agarrará al optimismo, a la vida,a la ilusion y al deseo para sobevivir, aunque sea en un minimo gesto de cariño, una sonrisa...
Yo espero mi minuto diario de sol. Muy buen relato.
todos somos vagabundos entre los rostros ajenos, siempre huyendo del propio.
Hay mucho frío en el relato. Pero también un rayo de sol, esa esperanza suficiente.
Excelente. Todo el ambiente, toda la historia con tus mejores armas: concreción, sugerencia, pasado en el personaje, detalles realistas muy bien elegidos, imágenes poderosas. De los mejores que has escrito, artista.
Si hablamos de huir, todos sabemos mucho,en exceso. Si hablamos de búsquedas comprendo que el mayor grado , rozando el oxímoron, es el de saber encontrar sin buscar. Todos perseguimos el objeto de nuestro deseo,que no es la luz en la oscuridad,no, es vivir con algún leitmotiv relacionado a menudo con los dientes y labios de las personas.
Me gusta mucho lo que escribes, no te lo digo, no te lo he dicho nunca, pero son los ambientes y la condición humana en palabras, me encanta primo. Tenemos que hablar más a menudo.
Me encanta esa peli. La he visto hace muy, muy poco. Con su parte de naturalismo y de expresionismo. Esta vez un ¡muy bien! por Gil.
La negritud de la erosión que a veces invade la vida se enjuga siempre con una oportuna sonrisa luminosa. Si es de mujer y joven el recuerdo cálido de otros tiempos hace más tierna cualquier despedida inminente. Qué poco hace feliz cuando se tiene poco.
Saludos.
Según leía dudaba si era relato o hablabas de cine. Esta película con los mismos decorados, idénticos lugares, se rueda actualmente; sólo que el protagonista tendría que luchar con otros soslitarios de otros países, otro color de ´piel y no le quedaría ni tan siquiera el recurso de la sonrisa de la camarera.
P.D ¿ahora Murcia? Te quedan pocas ciudades ya. Felicidades.
Gracias a tu cariñosa bronca carygrantiana me ha dado curiosidad por entrar en tu blog (después de tanto tiempo) y no es pequeña mi sorpresa descubrir que el dueño de este blog es el autor de un pequeño libro que me regalaron en mi cumpleaños.....Pues nada, amigo, que me quedo en tu casa, si me lo permites y charlaremos de muchas cosas que compartimos.
Un abrazote.
en una realidad tan gris, tan en blanco y negro la felicidad puede estar en una tortilla de mongetes, la sonrisa de Pilar, o un minuto de luz...
precioso.
un abrazo.
Felicidades por el libro, en horabuena y también por el embeleso de tan delicioso relato.
Saludos.
Una sonrisa puede encerrar toda la fuerza, la luz y el calor del sol.
Magnífico texto, sin desperdicio alguno.
Besos
No conozco el cine español tan antiguo, pero tu relato da pie para que uno se interese por la película.
A veces solamente es necesario cambiar de aires para encontrar la felicidad.
Encantado de descubrir tu blog.
Odín
Sé del efecto que puede ejercer un rayo de sol sobre una sonrisa, una luz tenue pero repentina, una melodía en el momento menos esperado.
Como es tu costumbre, tus textos rescatan los detalles más sublimes para dejarnos con ganas de conocer la historia.
Un abrazo.
Tengo un vago recuerdo de esa película, pero desde luego dudo que expresa mayor emoción que tu texto. Muy bueno. Ah, y suerte en tu imparable tour de presentaciones
Una soberbia ambientación que invita a masticar la esperanza incluso en este barrio de sombra permanente donde los parias habitan esquivando la miseria.
Una sonrisa
Otro relato muy descriptivo y repleto de sutilezas.
Besoss
No es tan poco la sonrisa de Pilar para conformararse..
A Mauricio las sonrisas le causan el mismo efecto que a mí :)
Abrazos
Estoy muy liado estos días y con una conexión a internet pésima. En cuanto pueda copio, pego, imprimo, leo y comento.
Un saludo.
Un zoo con una extraña fauna. Las especies nuevas siempre levantan sospechas. Por suerte el sol se puede colar por las rejas de las jaulas.
Salut y feliz Navidad
Otro de los que más me gustaron. Para mí forma parte de un tríptico que explora distintas posibilidades de la narración policíaca: el aroma inglés de "Naturaleza muerta", la serie negra en "El cuerpo del delito" y el relato criminal español en éste. (Si acaso se me hizo demasiado breve, echo de menos una conclusión algo más rotunda.)
Un saludo.
Ahh si, he conocido también a una Pilar capaz de embriagar los mal-sabores de un día... La he perdido, y ahora luego de cansar la búsqueda, le estoy esperando
Hola, Raúl. Que sutil encanto tienen tus mini relatos. Ya, hoy, un tiempo considerable sin visitarte, cosa que me culpo, sin embargo, ya me he puesto al día con la lectura de tus buenas creaciones. La causa del alejamiento de la lectura y la escritura, de tu blog y ocupandomitiempo, ha sido el esfuerzo puesto en sacar mi carrera adelante y el empeño puesto en algunos grupos de trabajo artístico. Pero, en este tiempo de esparcimiento y de compartir en familia, pasó a visitarte para decirte que no te olvido y nunca lo haré. Los mejores deseos de mi parte y UNAS FELICES FIESTAS te deseo. Sebastián.
Una escena muy bien descrita, con unos personajes de lo más "sabrosos", como siempre. Un abrazo, Raúl.
La imagen es muy puntual, la veo con claridad, hasta me dan ganas de seguir leyendo o de inventarme un final. También me genera deseo de visitar la fonda y tomar un whisky, para luego dormir en la vereda.
Saludos!!!
poco voy a añadir a lo ya dicho, excepto que te deseo que el próximo año sea tan bueno, al menos literariamente hablando, como este que se nos va.
Un beso
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