jueves, 9 de septiembre de 2010

El jardín de cactus

A pesar del dolor que comenzó a revivir en el mismo instante en que conoció la noticia, la mujer, de un luto indisimulable, reprime sus lágrimas sentada en la calurosa penumbra de este velatorio improvisado. En este silencio tan insano para no perderse en el recuerdo, le acompañan su esposo, que ha venido a despedir a aquél que fue más que un amigo, y el basto féretro de madera de pino en donde descansa el hombre que nunca llegó a ser su hombre.
Antes, por la mañana, al poco de bajarse del tren que la devolvió a su pasado, ha estado visitando las ruinas de aquella casa que el difunto no llegó a terminar. Allí todo es desolación. Junto al jardín de cactus que él plantó para ella, ahora descuidado por el dolor y la desidia, no sólo ha vuelto a respirar el halo florido que entonces lo impregnaba todo, aquel aroma salvaje que lograba convertir un entorno tan hostil en algo en cualquier caso bello sino que, por un momento, ha creído ver reflejada entre los escombros del ayer la sombra de su ruda prestancia sonriéndole con descaro. Si él me lo hubiese pedido, ha murmurado entre sollozos.
El tren de regreso ha partido a eso de las siete, cuando el sol todavía no había descendido ni el calor había menguado. De nuevo sentada junto a su marido, algo desmadejada y ajena a su presente, pierde la mirada en un punto equidistante entre la pradera y la nostalgia. Has sido tú quien ha dejado esas flores sobre el ataúd. Verdad. Le pregunta su esposo con esa voz quebrada de quien se teme la respuesta. Y ella, ahora sí, arrecia en su llanto.
The man who shot Liberty Valance.- 1962.- John Ford

68 comentarios:

Odiseo de Saturnalia dijo...

Espero que este post si que sea un tren de regreso... me gustan las lecturas de los jueves.

sebas dijo...

Inexpugnable manto que oculta la verdad sobre la muerte, inmensa duda que solo nos invita a llorar la pérdida de un ser querido, ya que el llanto es el mejor remedio para toda separación.
Qué bueno leerte de nuevo, Raúl.
Esta vez sí ha sido pronta mi visita.
:)

Anónimo dijo...

Ya era hora. No te culpo, yo tambien he estado muy ocupado. Nuevo empleo y la revision de mi segundo libro que ya he empezado a preparar.

Me ha gustado esta nueva historia. Se nota que has recargado tus pilas tio.

Saludos desde Honduras.

Tesa dijo...

Seguro que el hombre que nunca llegó a ser su hombre, ya le estaba doliendo antes del sepelio.
Ays...

LaCuarent dijo...

Tengo esos nervios que me invadian cuando volvia al cole y aspiraba la esencia de los libros nuevos.
Has vuelto y es como el aroma de las paginas cargadas de historias que esperaban que las descubriera.

Tu historia, como siempre para releer.

pepa mas gisbert dijo...

Estamos en el oeste señor; y aquí, cuando los hechos se convierten en leyenda, hay que publicar la leyenda ...

Pues eso, tu si que publicas leyendas y como las publicas....

Antonio de Castro Cortizas dijo...

Menudo texto, parece casi un poema: has plasmado la pelicula en cuatro parrafos, si bien tambien se puede disfrutar independientemente de ella. Pero al leerlo iba recordandola con claridad, o mas bien la impresion que me produjo la primera vez que la vi. Muy bonito lo de "el hombre que nunca llego a ser su hombre", y sobre todo el punto "equidistante entre la pradera y la nostalgia".
John Ford estaria orgulloso si hubiera podido leerlo.

campoazul dijo...

Me alegro de que por fin hayas vuelto.
Muy buena historia aunque triste, es horrible no poder llorar abiertamente por alguien que se quiso y se quiere tanto.

Besitos.

manu dijo...

Antes que nada, me gustó el uso de la palabra “equidistante”.

Y segundo, como a veces, en las cuestiones mínimas de un suceso importante y nefasto, uno se quiebra y entra a llorar.

Un abrazo!

39escalones dijo...

Un regreso por todo lo alto, amigo Raúl. El plano final, el colofón de tu relato, es una de las tres o cuatro muertes del cine clásico que se rodaron durante los sesenta. Con Tom Doniphon muere un mundo, el del Oeste, pero también un universo, el del cine que ya no se volvería a hacer.

Zayi Hernández dijo...

Hay personas que se enamoran muchas veces, otras en cambio, sólo una vez. Nadie es dueño de lo que se siente.
Me ha dado mucha tristeza mientras leía, se me arrugó el alma y ya no tanto por ella, se me ha arrugado más por el marido. Son dos dolores, dos historias...una vida.

Un beso, Raúl.

Cris (V/N) dijo...

ais, llega septiembre, y todo vuelve a la normalidad, benditos jueves, y bendita tu pluma, amigo Raúl :) Besos contentos, otra magnífica historia, bien!

ethan dijo...

Me alegro. Por dos cosas: por tu regreso y por que haya sido Ford el elegido para tu muy buen relato.
Un abrazo!

Beatriz dijo...

Con tu texto , no sólo me devuelves inolvidables imágenes de "Un tiro en la noche" sino que además me envuelves mágicamente en tu recreación, en tu personal manera de contar las historias.
Vale la pena regresar a la rutina y encontrarte y leerte.
Un abrazo.

Antonio dijo...

Estas aqui de nuevo.
Gracias.

Alís dijo...

¿Cuántas mujeres habrán equivocado su destino porque el hombre al que aman nunca les pidió que se quedaran? Claro, tantas como hombres observan en silencio, y con dolor, esos gestos que las delatan.
Precioso relato.
Ya echaba de menos leerte. Me alegro de que hayas vuelto.

Besos

Annie dijo...

Raúl un relato que como casi todos los tuyos no me ha dejado indiferente, más aún, me ha tocado el alma en un rincón que pensé ya tenía olvidado pues viví algo similar...

Un beso brujo y hoy algo nostálgico

abracadabra dijo...

Genial.
Como siempre.

Anónimo dijo...

A la imagen muchas veces le faltan las palabras. Tú las has puesto donde parecía que no faltaba nada.

Hermoso.

Un beso,

noduele dijo...

La muerte sigue siendo un tema de atractivo universal, acaso porque la amargura que campea entre los personajes también empalma con el misterio, la historia nos va llevando a la timidez de la chica que esconde más de un enigma.

Felicidades por el relato Raúl

Nadaescomoes en Facebook

leo dijo...

Vuelves con fuerza. Bravo.
Un beso.

Torcuato dijo...

Gran belleza nostálgica.
Estoy con Tesa. El malogrado, seguro, había sufrido más intensamente el desamor o el amor sin correspondencia.
Un abrazo.

Tengo apartado en la librería Encuentros de Murcia tu libro Elefantiasis.

matias dijo...

Que lindo, me recuerda a madame bobary eso de has sido tu la de las flores... que lindo texto, si fuera un cuerpo seria lo más vital: la intriga.

abrazo grande y gracias por tu comentario.

Belén dijo...

Difícil disimular las lágrimas...

Besicos

Ave Mundi Luminar dijo...

Tremendamente bello, escrito con una precisión que como te he dicho en más de una ocasión (aunque el tumulto de comentarios te impida recordarlo), me desmonta y me extremece.

Es fácil recuperar el placer de saborear las palabras con tus textos.

...Y luego, el trasfondo de esta historia, negra luz que un día fue pasión oculta... abnegación infinita... la hisotira de una traición sepultada por el luto...

Absolutamente brillante.

Gracias.

Marcos Callau dijo...

Genial tu esperado regreso Raúl. Me ha gustado mucho ese tren que le devolvió al pasado. Un abrazo, amigo.

FJavier dijo...

Regreso y reencuentro, Raul, ambos gratificantes.

En tu narración también hay ambas cosas, puede que la vida no sea sino eso.

Un saludo.

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Pocas cosas duelen tanto como lo que pudo haber sido y no fue, excelente relato sólo superado por la alegría de verte de nuevo por aquí.

Un abrazo.

malena dijo...

Él conocía la respuesta sobradamente.
Me alegra tu vuelta.

Kerícolo dijo...

Tu tren de regreso ya ha llegado, ya estás con nosotros, te añorábamos, nos faltaba algo y ese algo eras tu...bienvenido. Te he dicho ya lo mucho que me gusta como escribes lo que escribes...? Pues me gusta mucho mucho mucho...Saludos

roberto dijo...

Feliz regreso. Ya se te echaba de menos...

Daniel Marmolejo dijo...

Realmente es una pena callarse lo que uno siente. Qué bien que hayas vuelto, un saludo.

N Ó M A D A dijo...

Hola de nuevo! Hola!
(Sonrío)

Josep Lloret Bosch dijo...

Bien hallado, colega: ya era hora....

Me ha encantado esa vuelta tuya, aportando un halo poético a esa historia, ese viaje de ida y vuelta al pasado que desvela el secreto de la leyenda mostrando la entrega de la amistad y el recuerdo de un amor que no fue: más grande el difunto por su silencio que por su puntería y decisión.

Lo malo de tu texto es que se le mete a uno dentro y luego desea ver otra vez la película, y no hay tiempo....

senses and nonsenses dijo...

Liberty Vallance? ...es uno de mis tres Fords favoritos, junto a El hombre tranquilo y The Searchers.

tb estoy regresando... poco a poco... a la blogosfera...

un abrazo.

Anónimo dijo...

Hay quienes escriben por dinero,
otros lo hacen por fama y luego fortuna,
algunos lo hacen placer,
pocos lo hacen por amor,
pero unos cuantos lo hacen con pasión.

Esta historia me gusto bastante, que bueno que regresa. Como se dice por acá "Utz'ipetik"

iliamehoy dijo...

Nunca una única lectura es suficiente; porque me gusta recrearme en los matices, columpiarme en esas frases tan particularmente tuyas.
Una sonrisa

Uno dijo...

Celebro la rentrée. Vuelves en forma.
Un abrazo

Isabel Pérez del Pulgar dijo...

Dura, frágil, delicada y efímera flor del cactus....como una dedicación atemporal y muda a lo que se ama..

Un placer de reencuentro

Un abrazo

Javier Puche dijo...

Celebramos el regreso de tu prosa, Raúl. No cabe duda de que el verano te ha sentado bien. Un abrazo, escritor.

Isabel Barceló Chico dijo...

Cuánto dolor en esas lágrimas, y no desde luego por la reciente muerte. Hay una muerte anterior...Me alegro que vuelvas a bloggear, te echaba de menos. Besos.

Juanjo Montoliu dijo...

Ya ves. Un jardín de cactus puede ser una prueba de amor tan válida como unas flores en una tumba.

Y el asunto que tratas, no por más habitual es menos espinoso.

Me alegra tu regreso.

P.A.Z dijo...

Otra vez visito su Blog, que siempre he admirado. La historia, es el reflejo de lo que es la humanidad y sus relaciones afectuosa. Las palabras que nunca decimos y las palabras que nunca oimos...definitivamente marcan nuestros destinos...Es un placer siempre leerlo Senor Raul! Gracias por su visita en mi Blog.No he escrito en el desde hace un buen tiempo, pero leer sus palabras siempre me animan a intentar chapuzear unas cuantas en mi blog! Cuidese!

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Wow, Raulito, sí que sabes hacer grande un relato breve!!! Lo dices todo apenas diciendo nada, con unos cuantos detalles dibujas no sólo la escena, sino el trasfondo, el entramado de toda una historia que podría resultar incluso bastante compleja. Unos pocos detalles bien definidos y nos das la clave de lo que ocurre, de cómo esa mujer llora al amigo de su marido, al que la amó, al que ella correspondió y que ahora yace inerte sin haber sido nunca nada suyo...¡Chapeau! Y cambiando de tema: ¿qué tal le verano, escritorazo? La menda lerenda bien, algo agobiada y falta de tiempo porque las obras de mi nueva cobacha me traen de cabeza y me paso el día inspeccionándolo todo para que me lo dejen perfecto y enseguida mudanza que te crió, pero por lo demás, estupendo. Este verano el viajecito, por la piel de toro, que resultó más baratito, (las obras suben mucho)y quedaba más cerquita, (por si me necesitaban para alguna duda), qué, además, siempre hay rincones y pueblos bonitos y que nunca acabamos visitando. Bueno, ya me contarás de tu verano, querido amigo. Un besote bien fuerte y disfruta del finde.

Luis dijo...

Primero que todo: Un agrado volver a leerte¡¡¡
Supongo que más triste que aquello que no fue es aquello que no fue teniendolo todo para haber sido (parece trabalengua existencial).
Un abrazo.

Merche Gallart dijo...

Un relato precioso Raul, me ha encantado, de verdad que llegas al alma...y es que tu ausencia se nota... Un abrazo.

Juanma dijo...

Celebro tu vuelta deseando paz para la que llora al difunto.
Abrazos amigo.

Salud.

Carme Carles dijo...

La historia tiene también este punto equidistante, sin principio y sin final pero con todo el nudo bien apretado que descubre y permite imaginar.
Salut

Anónimo dijo...

a ver, ya dijo uno de nuestros maestros de la pluma que el corazón tiene más habitaciones que una casa de putas...

Miguel Baquero dijo...

A mi amiguete admirador de este peli de Jong Ford seguro que le va a encantar.
Muy bueno, como siempre. Me alegro de tu vuelta

JALOZA dijo...

Un alma más para la colección. Los forajidos siempren vuelven.

Anónimo dijo...

¡Qué no se descubre en entierros y funerales! Dramas de la vida que solo la muerte es capaz de mostrar. Nada quedará dicho y sin embargo será el punto final de lo que nunca fue. Magistral texto!

Ausencia Silenciosa dijo...

Cuánto me ha gustado esta entrada, sabe a pura melancolía y dolor escondido...

¿Cuál será el poder de la muerte que desvela secreto, que resusita pasiones y remordimientos?

Un gusto volver a pasar por acá! Un abrazo desde el silencio.

Flor de Cactus dijo...

Hola amigo Raúl. Por fin puedo leer en estas páginas la semblanza de aquella película de la que tomo el apodo, y que ya tendré que cambiar por otro. No tengo palabras para expresar lo que siento por esta obra de arte, mi peli preferida. El alma de Doniphon encerrada en una flor de cactus. En fin, muchas gracias por recordarla, sólo cabe reproducir, si la memoria no me falla, una sentencia que pronuncia Doniphon, cual Aquiles antes de enfrentarse a Héctor, y que va preparando el camino a Stoddard: "Liberty Valance es el hombre más duro al sur de pickway... después de mí"

Muchas felicidades por tu elección.

Manu Espada dijo...

Se te echaba de menos, Raúl. Estupendo texto, en tu línea elefantiástica.

Miguel dijo...

El texto es excelente. La noticia es alarmante y obsesiva. El ataúd está ahí. Las flores también. Los catus no tienen flores de colores. La historia aún es más triste.

Un abrazo.

El Doctor dijo...

Ya sabes lo mucho que me gusta la mirada de Ford.Escribir un relato sobre esa mirada en difícil.Tú lo has conseguido.

Anónimo dijo...

Los trenes te arrastran de una vida a otra, de un deseo de ir y escapar al mismo tiempo.
Mejor no preguntar nunca nada.
Besitos

Maria Coca dijo...

Qué bien que hayas regresado. Y mejor aún con un relato que habla de vida y muerte. De pasados y trenes que nos hacen volver sobre nuestros recuerdos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Mucho tiempo sin recibir tus historias. Parece que haya pasado un mundo desde la última que te leí.
Conozco la película y has retratado perfectamente esa subtrama que el maravilloso film de Ford solamente apunta.
Un saludo.

J.C.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...el
sentimiento
nos hace
fuertes
Raúl
buen fin de semana ....



saludos :


j.r.s.

Alex B dijo...

Hola Raúl!!
qué decirte..
que escribes con la precisión de un cirujano,de un buen cirujano que posee la distancia exacta entre su corazón y sus manos.
Un beso.
( me he mudado)

JAUD dijo...

Extraordinarios post. Saludos Raul.

Elena dijo...

Estar enamorada de otro; ese sí que es un argumeto de cine clásico.

ÁFRICA dijo...

Buenos diás mí querido Raúl.
Siempre la vuelta al pasado nos produce dolor, porque no hay nada mas amargo que lo que se pierde. De lo que pudo ser y no fue

Sigues viendo las películas y con ellas el mundo como si lo vieras a través de un microscopio.
Un beso muy fuerte.

Zizí dijo...

Gracias por tu agradable visita.
Disfruto tus relatos.
Un luto duro, llorar la muerte de quien podía haber cambiado su vida.
Besos.

Rara Avis dijo...

He visto tus chanclas desde otro blog y me he dicho ¿ha regresado? espero otra entrada tuya...

Abrazos...

Isla Fernández dijo...

Sin palabras...