jueves, 19 de marzo de 2009

Al sol de marzo

Sus nietos apenas le conocen. Los niños...

88 comentarios:

Zayi Hernández dijo...

sí, lo saboreé y mucho además... tienes una manera muy hermosa de hacer de lo cotidiano una fiesta de palabras y sentimientos...me gustó, lo saboreé, lo viví y posiblemente piense en ello más de una vez...ha sido muy lindo, de verdad...
besitos

Maricruz dijo...

Que hermosa es la vejez de Antonio, gracias por este relato, cuando los hijos van creciendo uno tiene que saber que la vida termina pero el amor siempre está en el aire...

kuoremio07@gmail.com.ar dijo...

No se da cuenta de lo que se pierde, ese amor puro de chicos sin maldad! pronto su cara mas que arrugada marchita por los años, cuando quiera ser besada, esos chicos ya habrán crecido y no la visitaran mas, muchas veces lo superficial prevalece por sobre lo primordial que son los afectos. muy lindo post Besos

39escalones dijo...

La segunda adolescencia. Precisamente en los cines tenemos una de estas historias tiernas y amables, un poco amargas pero llenas de esperanza. Excelente micro.
Saludos.

Anónimo dijo...

Azaleas y verdes setos, el sol de marzo, encontrar gente nueva, seguir buscando la vida a pesar de esa primavera definitiva. Es un relato genial. Muchas gracias.
Raúl, tienes algún libro de estos relatos publicado? Necesito todo esto en papel.
Besos

iliamehoy dijo...

La primera lectura, me mueve impaciente por tu relato, recibiendo el impacto maravilloso de la admiración. Las otras, me permiten caminar abrazada a la certeza de poder disfrutar de nuevo una linda historia.
Bendita ternura, que pervive incluso en los seres relegados a la invisibilidad.
Una sonrisa patidifusa.

Camy dijo...

Las vidas son circulares, a todos nos envuelven y a todos nos acechan las mismas inquietudes e incluso temores.
La situación familiar del domingo, la recreas perfectamente con todos los actores y me gusta siempre encontrarte,encontrar a tus personajes, detrás de esas ventanas y visillos.
Son vidas, todo son vidas, para cada uno y cada momento diferentes, pero en el fondo, iguales.
Participo plenamente con tus micros.
Un beso

Camille Stein dijo...

asumir con soltura la brevedad

descartar el advenimiento de lo infinito

y en este punto, consciente del sol de marzo que ahora se desparrama por su cuarto, cuando descubre el placer irresistible de la vida

un abrazo

Tercera Opinión dijo...

Precioso, contar las cosas cotidianas así, da gusto.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Describes muy bien ese amor de invierno, aunque sea marzo. Aún nos queda la esperanza de volver a enamorarnos de viejitos? espero...

Belén dijo...

Si es que al final, el amor puede llamar a cualquier puerta...

(y eso me reconforta, no te creas...)

Besicos

Bichopilotero dijo...

Pero buuuueeeeennno, lo que hay ver y leer aquí. Yo si que he echo un buen descubrimiento, me alegro mucho.
Te sobra creatividad por todas partes, y ahora te acabo de añadir en mi blog.
Muchos besos y a ver si nos vemos pronto.
Adeu.
Mari Carmen.

pepa mas gisbert dijo...

Solo veo tristeza en tu relato aunque quizás no sea ese tu propósito, le llamaría "La persistente soledad del que se hace viejo" abandonado por su familia y viviendo solo por un placer infantil (algo es algo), porque es verdad que este mundo no es un mundo para viejos.

Besos para ti Xiquet
Y un beso a Elena que me estará viendo, bella de día, bella de noche.

Anónimo dijo...

Pues será que yo ya iba necesitando el calorcito primaveral y por eso vengo predispuesta a la sonrisa, pero a mí, lo que me inspira el relato, es felicidad y esperanza.
Me encanta tu manera de escribir.... aunque de repetirlo tantas veces acabes por no creerlo....jajajaaja

María.

Tesa dijo...

Nunca es tarde para encontrar un amor
...o al menos, esas vitalizantes maripositas en el estómago

Anónimo dijo...

A mi me dan mucha ternura las cosas de los viejitos...
Me parece triste esa comedia de ir a ver al abuelo. Ir a ver al padre.
Creo que todo sería mejor si no hubiera ese gesto hipócrita. Dolería, pero sería mejor ese dolor sincero que el plástico de esas visitas.
Así que, que le den a la hija y a los nietos, y que esa ilusión por besar, susurrar palabras guarrillas y sobar a Pilar no decaigan en ninguno de los dos!
La vida es vida siempre que se vida, no importa la edad ni el motivo que motiva ese sentimiento.


Un besito


P

Josep dijo...

Que tierno relato; me alejo de la tristeza aparente en la formalidad de la visita dominical obligada por "el que dirán" y me quedo en la ilusión de un amor escondido, rejuvenecedor en el verdor de la hierba de primavera...

Saludos.

Arcángel Mirón dijo...

Me resulta imposible no relacionar este cuento con "El amor en los tiempos del cólera". Y ese libro siempre me resultó extremadamente esperanzador. Este cuento también.

Raúl, me encantás. Quiero un libro tuyo.

Dante Bertini dijo...

triste...
Kowalski Gran Torino Eastwood no pudo soportarlo.

Anónimo dijo...

En una primavera en ciernes todo es posible. Me vienen a la mente tras leerte asi sin màs la peli "Solas" de Zambrano, en la que Rosa la madre de Marîa descubre el amor aunque la bestia del moribundo de marido que tiene le descubra el olor a macho que la cela y la hace renacer y sentir como la mujer que anduvo dormitando desde que naciera, como tantas otras de aquella generaciôn, o bien Los olvidados, pero tan sôlo por el tîtulo o por un nuevo tîtulo por escribir
"Sombras dominicales" en lo que concierne a esos domingos de fandango y pandereta en los que en las plazas hoy dîa por poco que no andes con resacôn te despiertes y constates que tan solo se vislumbran "viejos" o sombras disfrazadas de domingo.
Beso. E

Tacirupeca Jarro dijo...

Cómo lamento tener tan poco tiempo para disfrutar de sus textos...

un besillo

BEATRIZ dijo...

Parece que a él también hay vida que le reclama salir del cuarto, por alli "entre las azaleas y los verdes setos"

exquisito final,

saludos

AdR dijo...

No sé por qué pero me ha parecido un cúmulo de obsesiones. Será el día que llevo.

Abrazos

A.L.Zarapico dijo...

Sí la pasión es algo que no buscas, llega solita.Saludos.

Anónimo dijo...

Al empezar a leer sentí una especie de mezcla entre tristeza y ternura; sin embargo, avanzando, se disipó la tisteza y apareció la sonisa, como el sol de marzo, cálido, que avanza una cercana primavera.

Un beso, Raúl

MarivipSuperstar dijo...

No he leído tu entrada todavía, hasta mañana no creo que encuentre un ratito para leer, pero te diré que sí, ¡Sobreviví! me recuperé y empecé las fallas, como tú, tu Madalena, jajaja... Esta noche la cremá y sefiní... ¡Hasta el año que viene! Pero, ¿sabes?... ¿La semana Santa ya está aquíííí... jajaja

¿Que tal por el Mesón del vino? Le dije a mi amigo Mr.X que si te veía por allí te mandara un beso de mi parte, jajajaja

Gilda Manso dijo...

Con la autoedición se empieza, Raúl (y a veces se sigue, bueno).

Me alegra mucho.

:)

http://elarcangelmiron.blogspot.com/

Feliciti dijo...

Estimado Raúl, así debería ser el jubileo,no te parece?que después de tantas batallas el final sea como mínimo dulce.El segundo párrafo me ha parecido sencillamente bello a su edad el deseo de lo infinito cerró los visillos hace bastante tiempo, y eso acorta las esperas...fabuloso Raúl, sigue creciendo.
Besos!

Anónimo dijo...

Hola..ola dormida ya..,bueno,casi. He visto los fuegos desde la azotea y ahora toca silencio..(por fin termina está ruidosa fiesta de veinte días aunque confieso que está vez hasta yo tiré petardos x primera vez)
Cuando tenía veinte años jamás me imaginé de vieja..pensaba moriria mucho antes. Ahora me inquieta llegar. Aunque no se..quizá yo pueda ser esa abuelita infiel con un poco de suerte. Tú relato es muy bello..,me ha parecido escrito con una sensibilidad muy especial.
Me retiro..Besos varios
Aire

Svor dijo...

es hermoso tener que besar arrugas, tienen el olorcito de la vida sin pretensiones.

MARC dijo...

La relación de la familia me recordó a Gran Torino ("¿Qué es lo que quieres?, tu mujer ya vació el joyero de tu difunta madre".) pero con la ilusión de Los puentes de Madison (la ilusión es lo último que se pierde. O era otra cosa?).
Dura vida esta, en la que te conviertes en un cero a la izquierda para muchos de tus seres queridos que con suerte te visitan una vez a la semana aunque no dejen de mirar el reloj.

Elvira dijo...

Muy bello, ¡enhorabuena! Saludos

N Ó M A D A dijo...

¿Cesa el deseo de lo infinito?¿Del mundo que se extiende más allá? ¿Cesa el hambre de todas las cosas que uno no va a alcanzar nunca? ¿Es posible que cese la necesidad de lo ignoto?

Extrañamente se extiende por aquí el azul en el cielo y henchido el pecho se expande hacia arriba. No es posible, me digo, que si la vida reclama vida, cese la búsqueda de lo desconocido...

Manu Espada dijo...

¡Qué jodido es hacerse viejo, por mucho que lo adornemos! Bonita historia.

Anónimo dijo...

A pesar de hablar de la vejez y de las calenturas de un cuerpo marchito, está tan bien contado que no produce la grima habitual...
debe ser cosa de tu habilidad poética.
Me gustó mucho.
Besos.

Martín Gardella dijo...

Desde la historia descripta en la película Elsa y Fred que no sabía de otro amor entre ancianos tan bien contado. Mis felicitaciones! Nos seguimos leyendo.

Anónimo dijo...

raúl, coincido con uno de los comentaristas, estos relatos deberían estar en papel.
hermosos discurso sobre la tercera edad. nos olvidamos que en todo momento de nuestras vidas sentimos, nos apasionamos. de hecho se nos hace difícil imaginar que los mayores puedan sentir lo que sentimos los de menos edad, pero tu relato nos devuelve esa imagen pura del deseo desconectado de las edades.
un saludo

Bárbara dijo...

Luego no quiero oirte decir que tú de poesía no entiendes, ¿me oyes?

Luisa Arellano dijo...

Precioso y poétio relato. Te felicito por tu forma de escribir.

Saludos.

Vivian dijo...

Ternura, esta vez tu relato me transmitió ternura. Me acordé leyéndolo de una película de Bergman “Saraband”, esos escarceos amoriles a edades tardías y los conflictos paterno-filiales pero más que desde el desdén desde la confrontación y la dependencia-independencia.
No sé si la habrás visto, si no es así, aprovecho para recomendártela.

Un beso

Juan Manuel Rodríguez de Sousa dijo...

Hola, no es la primera vez que visito tu blog, pero sí la primera vez que te escribo un comentario. Te quiero felicitar por él, y a invitarte a pasar por el mío, si te gusta el cine, disfrutarás mucho con mi última entrada.

Saludos,
Juanma

Elena dijo...

Me encanta leerte, Raúl. Esta historia es bellísima, me ha cautivado. Qué forma tan hermosa de capturar una pasión entre ancianos cuando a esa edad nos parece que las pasiones no pueden existir... Gracias.

Un abrazo

Daniel Marmolejo dijo...

He dado con este blog por casualidad y he ojeado algunos relatos...¡y me encanta!, estaré aquí cada jueves. El relato me ha parecido fabuloso,en serio, magnífico. Lleno de imágenes.
Saludos
P.D. Me verás más por aquí.

Kadriel dijo...

eres escritor...disculpa la rpegunta peor me gusto mucho tu escrito e sla primera vez que visito este espacio saludos

Єѕтnoм dijo...

Cuando la lujuria se convierte en una bendición.

Bueno!!

Besos.

Miguel Baquero dijo...

Joder, amigo, qué bien, qué bueno,que manera de contar sin aspavientos y sin retorcimientos y al mismo tiempo que sensibilidad y que ojo para observar la realidad y el interior de la gente. Lo que yo no sé es como no andas por ahí por el mundo publicado y triunfante. Un tío que emplea una expresión como "el deseo de lo infinito" que se ha perdido y queda el amor (¡sincero!, esto es lo mágico, ¡y como si fuera nuevo!) de una residencia de ancianos, es un peazo escritor.
Enhorabuena

SeaSirens dijo...

Hola Raúl!!

Gracias por tus cometarios y tu visita. Cuando tenga un poco más de tiempo, me paso por tu blog para darme una vueltecita piano, piano...jeje.
Encantada de conocerte.

Si quieres y te apetece, puedes participar en estos sábados. Estamos encantados de acogerte y a Mercedes (Paseos por el Alambre), le hará mucha gracia tenerte entre nosotros.
Ella es la encargada de este menester que me ocupa a mi este sábado, pero ella se encuentra ausente y me ha pasado a mi el relevo. Encantada por ella de hacerlo.

Pues venga, anímate que te esperamos.
Un beso fuerte!!!

Lucía dijo...

Tu relato es como una caja china: la historia de Antonio, la de su hija, la de Pilar, la de su marido. Y todo en un post ¿Se puede hacer más intenso? Imposible.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Di con este blog en blog importantes y escribes de la refurinfunflay jeje ... esta muy bien como escribes amigo sigue asi.... aca dejando mi blog esperando algún día escribir como usted, desde Perú un saludo. www.lineaparalela.blogspot.com

Unknown dijo...

ME ENCANTAN LAS FOTOS, LAS IMÀGENES QUE PONES SIEMPRE...son tan sensuales, y sugerentes como tu escritura......me gusta tu blog doblemente!

Seventh Son Of The Seventh Son dijo...

La verdad que me encantó lo que leí, muy bueno en serio.

Pablo Ballesteros dijo...

lamento repetirme cada vez que te leo, pero es que me gusta mucho como escribes y lo que escribes

Anónimo dijo...

Precioso. Dices tanto con tan pocas palabras…
Destaco dos frases que me parecen brillantes:
- “… sin tener demasiado claro a quién pertenecen esas arrugas que besan con reparo.”
Una certeza que da dolor.

- “A su edad el deseo de lo infinito cerró los visillos hace bastante tiempo, y eso acorta las esperas, y facilita mucho las cosas.”

Me parece tan bueno que no me resisto a comentarte una insignificante sugerencia: el adjetivo final “los verdes setos”. Los setos ya son verdes, no le añade nada. ¿Qué tal, por ejemplo: “los altos setos” u otro adjetivo que se te ocurra. Aunque también me parece redondo terminado “entre las azaleas”, sin más.
Un relato excelente, ya digo.
Enhorabuena.

PD: eres tan cumplidor siempre, que eché en falta tu comentario en mi último relato.
;) Sonrío.

pepa mas gisbert dijo...

Reflexiones de un Alma sobre tu Alma Difusa

Cuando vengo a leerte, por una parte sé a lo que vengo y por otra parte siempre me sorprendes. Sé que encontraré un hermoso texto con palabras armoniosamente enlazadas, adheridas entre si por los silencios de lo que no dices y el eslabón de lo que si. Y sé que me sorprenderé porque cada uno de tus relatos esta impregnado de un sentimiento o de varios o de muchos en una mezcla hervida al fuego lento de tu buen hacer.
Y este relato, y no por primera vez en los ya bastantes años que nos conocemos, me ha hecho reflexionar sobre mi misma y lo diferente que es leer un texto en el que el sentimiento que aflora es aquel que ha determinado una parte de tu vida ya pasada y no olvidada. Me pregunto, si leer con el alma dolorida no nos deja ver el alma del relato y nuestra tristeza no nos deja comprender la esperenza reflejada en él.
Que suerte tienes xiquet, o mejor dicho, que mérito tienes, en poder construir diferentes sensaciones en los demás con lo que nos describes y que cada uno hacemos nuestro arrebatándote a ti tu palabra y haciéndola nuestra.

Besos del alma que ve tristeza en tu relato pero que volverá a leerlo a sabiendas de que le provocará nuevas sensaciones

Susana dijo...

Preciosa historia, Raúl. "Fuera de aquellas paredes, la vida reclama vida"... genial.

cultura dijo...

lo cierto es que si te gusta thomas man, quiza te guste el hedonismo que ahora los posmodernos aclamarian.
de igual forma, pareceria que un agrado postumo acerca de la literatura vendria bien.
yo soy cuentista, o al menos mis finales novelisticos me han dejado escudriñar el cuento.
tengo un proyecto periodistico, en el cual tengo secciones de poemas y de cuentos, asi como de novelas, si te interesa, devuelve el ofrecimiento.........codexlxobitus@hotmail.com

leo dijo...

"La vida reclama vida", fuera de aquellas paredes y dentro también, por que cuentas. Precioso.
Un saludo.

Carlos Frontera dijo...

Y qué raro me resulta que el cuento me resulte raro. Me explico: damos por sentado que, llegados a cierta edad, el amor ya no es posible (como tantas otras cosas), menos aún la pasión, de ahí la extrañeza ante un relato que sencillamente habla de la posibilidad de amar en unos ancianos, de escarceos y escaramuzas que se supone que son patrimonio de la juventud, divino tesoro. Si este cuento fuera protagonizado por adeloscentes en un centro de acogida, por poner un ejemplo, no tendría tanta fuerza, no nos sorprendería en absoluto que se intercambiaran sonrisas entre bobas y obscenas.

Hace mucho tiempo escribí un cuento en el que describía un encuentro de una pareja joven en una habitación de hotel; sólo al final se descubre que se trata de dos hombres. Lo curioso es que este texto tan sencillo, tan simplón (¿por qué no decirlo?), sigue sorprendiendo aún hoy cuando lo doy a leer, porque todos están predispuestos a que dos que se citan en un hotel han de ser necesariamente hombre y mujer.

Una sensación parecida tengo que este cuento: me da rabia que me cause cierta sorpresa, porque el amor, a cualquier edad, debería parecernos algo normal. No sé si me explico.

Excelentemente narrado, por cierto. Una delicia de lectura.

s dijo...

MAGISTRAL!

Juanjo Montoliu dijo...

A esas alturas de la vida, se le puede encontrar la sonrisa a cualquier mueca.

Maria Coca dijo...

Recubres la rutina, la cotidianidad con un halo mágico. Ese anciano que renace es la magia de una narración viva. Me encantó.

Besosss

Tamaruca dijo...

Tocada y hundida.

Mis reverencias, Raúl.

Isabel Barceló Chico dijo...

Tal como tú lo cuentas ¿quién podría resistirse a la llamada de la vida y la primavera? La edad es lo que menos importancia tiene. Besos.

Santi S. dijo...

¡¡Dios!! qué buena estaba la Deneuve en esa peli.
Tu cuento, como siempre. Me flipa como escribes.

Susy dijo...

Es hermoso saber que la vejez no acaba con el amor y los deseos, y esperar, buscar momentos, incluso para la infidelidad, no hay destiempo.
Mi abuelo, por ejemplo, murió con 88 años en brazos de una mujer que no era la suya... ya ves.

Muy bueno, Raúl.

Araceli Esteves dijo...

Estoy con Bárbara, cuanta poesía destila un texto de alquien que no entiende de poesía...

Dzoara dijo...

Mi parte favorita:

Fuera de aquellas paredes, la vida reclama vida.


Un gusto leerte,
saludos.

ella dijo...

M E E N C A N T O!!! Cada una de tus historias dejan una enseñanza, es impresionante como con el tiempo, los años, ciertas personas, en tu relato vividas por Antonio, logran atrapar las mariposas, sus colores y todos los detalles más ínfimos que hacen de esta vida algo maravilloso.
Acortemos distancias, ahorrémonos unos años y vivámoslo hoy.

saludos

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Raúl,

Describes con rigor y con finura, también con ternura, la soledad de ese abuelo al que van a ver los nietos y la hija o nuera, sólo por compromiso, porque "toca". Estas cosas antes no pasaban. Antes había afecto y cariño entre mayores y menores. Antes no existían las residencias de la Tercera Edad.porque no hacía ni puñetera falta. que Antes estaban todos con sus hijos. Y es que ahora las cosas han cambiado mucho, pero para mal.

Perfecta la descripción que haces.

Enhorabuena.

Vendré a verte a tu casa con frecuencia.

Un abrazo de este recién llegado,

Antonio

Esperanza dijo...

Que hermosa tu manera de dar esperanza... pues por qué no decirlo, si uno no quiere, las emociones, las aventuras, los amores... qué va, la vida! no se termina nunca...

Anónimo dijo...

Desde aca siempre te sigo,gracias, por todo.

//Arca de ideas// dijo...

EXCELENTE SIN DUDAS, NO HAY MUCHO PARA DECIR, CREO QUE CON UN EXCELENTE LE DOY MI MAS CALIDA CRITICA.

SI PODES ME GUSTARIAS QUE PASES POR EL MIO, DESDE YA MUCHAS GRACIAS.

Lila dijo...

Precioso, justo como me los he imaginado muchas veces, evocador Raúl, me fascinan tus micros, echo de menos tus micro semana nacional, he de reconocer que las pelis no las leo, me gustan menos.

Pero en general, eres un escritor estupendo.

Besos.

Patricia dijo...

Que hermoso relato! El sentimiento, las emociones, el amor, jamas muere...solo nuestros cuerpos son temporales pero nuestras almas seguiran llevando algo de ninhos!
bravo!
saludos,

Tormenta. dijo...

Pensé que había cometnado me cachis, sé que me repito pero me encantó..de verdad, chico que buen gusto tienes...

Besos guapo!.

arcademonio dijo...

...y es que el amor no entiende de tiempo ni de arrugas...esa manera que tienes de expresar consiguió que mis pliegues se llenaran de ternura...infinitos besos de bolsillo...

Elena Casero dijo...

Querido Raúl.
Opino lo mismo que Mita. Estos relatos se merecen un libro. Son muy buenos.

Un abrazo. Y ¿no hay manera de que no sea autoedición?

El Doctor dijo...

Es difícil encontra hoy a un anciano romántico,tierno,lleno de memoria analizada.La vejez,en la mayoría de los casos,solo trae eso;vejez,desencanto,rabia,odio todavía no consolidado.No obstante,cuanto nos gusta estas historia de ancianos,siempre contadas a través de personas jóvenes.Umberdo D,sería el paradigma de lo que trato de explicar.
Excelente cuento,mi querido Raúl.

MarivipSuperstar dijo...

Mi padre hace poco más de un año que murió. Era mucho más mayor que mi madre, y en su etapa final, en su propia casa, fue un poco como Antonio, cuando toda su vida se habia mostrado tosco y parco en palabras. El otro día mi madre me dijo que estaba muy falta de abrazos y besos y sin embargo, pasa olímpicamente de sus nietos... Es como si quisiera recuperar el tiempo.

nota: Niño, ¡Pero que talento!

Sibila de Cumas dijo...

Excelente relato! Me encantò! Una exquisita pintura de cada personaje: esa desagradable hija, esos nietos que no existen y el colorario del deseo entre los viejos, la frutilla del postre que alegra y alarga la vida.
Si hasta me imagino al viejo cornudo cagado esperando molesto que lo vengan a limpiar y la vieja acalorada por el encuentro a escondidas llegar corriendo entre feliz, disgustada, culpable y revanchista! Te dije que me gustò mucho?
Brillante!
Un abrazo

Bee Parker dijo...

una persona que tiene el don de la palabra y la imaginacion tan enriquecida como para transmitir sus pensamientos es digna de admirar,nuevita en blogs,me encanto este....realmente son relatos maravillosos....

Borrasca dijo...

DIVINO!!!!!!
Raúl me pusiste la piel de gallina con este relato.

Besos borrascosos

Annabel dijo...

No estaría mal en esas circunstancias. Ojalá.
Qué bien escribes, ya lo sabes. ^^

jero dijo...

Me sumo a las felicitaciones

Miss Morpheus dijo...

Las ganas de vivir no son una cuestión de edad. La impaciencia, el objetivo a corto plazo, ser capaz de sentir... Convivimos con mucho muerto en vida... aunque su juventud nos haga creer otra cosa.

Tras un tiempo sin entrar en tu casa, te he redescubierto. Ha sido grato comprobar que tus escritos ganan en calidad.

Un saludo.

LUCIANO ALVAREZ CRUZ dijo...

hola la veradad qu he leido tus escritos y estan barbaros.queria dejarte mi pagina para que leas mis poemas y narraciones y tambien darte aliento para que sigas escribiendo,,,jesusalexiscruz@yahoo.es,,,besos y espero que pronto visites mi pagina.abrazos y mucha suerte en tu vida.
luciano desde argentina.

Francisco Ortiz dijo...

Una mirada diferente. Cómo se agradece. Más cuando uno ha tenido a sus padres en sitios en los que se quedaban a la hora en que uno tenía irse cumpliendo un horario. Se agradece y mucho, humanamente hablando.

Sr. Miyagi dijo...

Llevo ya leídos unos cuantos cuentos en este blog, y con todos he disfrutado. Pareces tener una gran imaginación, un lenguaje preciso, y una innegable facilidad para encontrar una magia especial a situaciones discretas y anónimas. Intentaré estar al tanto de los nuevos textos que cuelgues.
Un abrazo.