Algunas cosas no cambian nunca. Como por ejemplo, que por mucho mimo que uno le ponga al tocarlas, antes o después una rosa siempre te acaba pinchando.
Gallardo, un viejo viudo de rostro amable y mirada asustada, recibió la visita de...
Las hay con espinas y me atrevería a decir que los hay también con espinotas. PEro siempre en la vida de uno o pasa cerca o te hinca una mari o un mario... según el géneroç
Que de todos los estilos hay, y lo divertido es que aún a sabiendas muchos buscas el pinchazo, me gusta mucho este post, besos
Vaya, pues un poco lelo sí que era, aunque no parece que fuera por estar enamorado; desde luego, Mari y Cía. de lelos no tienen un pelo, valga el ripio... Abrazos.
Al final no sé quién es el padre y quién el hijo... es que también veo al hijo perdido en historias laberínticas y con lágrima fácil,... y enfermo de la memoria por querer matar al olvido. Gallardo hijo me produjo mucha tristeza... su ingenuidad... Buen relato.
Hay un toque de humor en tu relato necesario para afrontar una circunstancia como la que cuentas. también hay otras muchas cosas más....como siempre. Besossssssssssssssss
El engaño es algo que no me gusta, las mentiras son dañinas. ¿qué impulsa a una persona a mentir sin ninguna necesidad? y me refiero en algunos casos en los que no hay ataduras.Talvez sea morbo o es que se autoencarcelan para darse luego el segundo grado y salir como un regalo.
Veo que la gente se sorprende o se indigna, pero en realidad el engaño es la tónica general. Eso es innegable. Por cierto, el título de cuento de hoy me provoca una pregunta: Lo de Flora viene por lo de la "rosa"....pero ¿y lo de fauna?....Para responderme se me ocurre pensar en 'zorras' y también en 'animales cornudos' :))))
la Mari-Rosa es una mentirosa ruin, muy cutre. hay que ser elegante hasta para traicionar. mucho mejor ser engañado por una mala maligna. y si se parece a la Victoria Abril de Amantes, caigo rendido a sus pies. ...o, me dejo hacer lo del pañuelo...
Yo creo que no todas las flores son rosas, y no todas las rosas tienen espinas. Por cierto, me ha encantado el comentario de Aina. Tal vez forme parte del proceso evolutivo, o desevolutivo. Besos a todos
Ay el amor, que tiene esta manía constante de terminarse y germinar en un nuevo terreno. ¿O eran las rosas? Es difícil ser una rosa, aunque más duro es ser un Gallardo. Me encantó. Traje mi mascota, espero que no te moleste. Besos, besos.
Si quieres intentar oler la rosa, aunque sólo sea por un breve espacio de tiempo, tienes que arriesgarte a pincharte. Si no lo haces, no tendrás dolor, pero tampoco la podrás respirar.. Y así es todo... Un beso, del Aire
¡¡Qué guapa y que enigmática, sobre todo, está Victoria Abril en esa escena de "Amantes"! Qué lástima que luego abra la boca fuera de guión y la cague, suelte una grosería que te pees.
Quizas, mas interesante que el engaño. Seria ver la cara de esa tercera persona que sin dudar, por su amistad hacia el y no por la envidia de que la tal mary...estuviera como un pan recien hecho. Dio la agradable noticia, por el bien del tal Galardito por supuesto..
Saludos y curiosas a la vez que entretenidas microsituaciones
Estos Gallardos, uno atrapado en el laberinto de la desmemoria y el otro en ese tipo de espinoso engaño del que uno es último en enterarse, vienen a incorporarse a la galería de memorables personajes que voy conociendo en Elefantiasis, libro que tenía intención de leerme avanzado el verano pero que, probado el primer relato, me voy comiendo poco a poco: soy como aquel niño de “Érase una vez en América”, de Leone, que sentado en una escalera se fue comiendo el pastel que le llevaba aquella desinhibida vecinita en pago de sus favores: qué difícil dejarlo cuando ya has dado el primer mordisco. Un abrazo.
Ya no puebla de gallardía la literatura sus historias, como antaño, que son las desvergüenzas y los engaños los que manchan de rojo las páginas de los libros. ¿Dónde están las damas, Raúl, dónde están los caballeros? Si das con ellos, escribe algo, de mi parte.
El tal Gallardo ése (que menudo nombre le has puesto al colega) es un flojo de cojones. Y la tal Rosa María, un "putón desorejao", que decía mi abuela. Eso sí, como te piden por ahí, no estaria mal que ahora contaras la infrahistoria de él, que por flojo que sea, seguro que también tiene algún muerto dentro del armario. Si es que.....
pd: Acabo de descubrir tu blog por recomendación. Me gusta.
Como dice un primo mío: "Se la han metío doblada". La vida es eso: amar, dejar de amar, volver a amar, volver a dejar de amar y amar siempre...no conozco un estado mejor para el hombre que no sea : enamorado. Un besito. Excelente!
Hola... que no me olvido de tu blog...tardo en venir pero siempre que vengo me sorprendes aún más que la última vez que te visité..un saludo...tu siempre maravilloso en tu escritura....
Flora y fauna acaba en seco, sin agua, sin aire, como muchas relaciones. Como siempre, la adjetivación es muy muy acertada. Felicidades también a Elena por el banner de Amantes. Era una pista.
Hola Raúl. Como bien dices, una rosa siempre acaba pinchando. Me ha gustado ese símil entre la historia, el nombre de la chica y el comienzo. Un abrazo.
Todas las rosas pinchamos. Somos rosas de mil espinas. Pero esta rosa tuya las tenía con muy mala leche.
ResponderEliminarMe encantó el padre con Alzheimer.
Besos desde el aire
Las hay con espinas y me atrevería a decir que los hay también con espinotas. PEro siempre en la vida de uno o pasa cerca o te hinca una mari o un mario... según el géneroç
ResponderEliminarQue de todos los estilos hay, y lo divertido es que aún a sabiendas muchos buscas el pinchazo, me gusta mucho este post, besos
Sí, ¿qué les estará pasando a las mujeres de hoy que actúan como los hombres de antaño?
ResponderEliminarVaya, pues un poco lelo sí que era, aunque no parece que fuera por estar enamorado; desde luego, Mari y Cía. de lelos no tienen un pelo, valga el ripio...
ResponderEliminarAbrazos.
es que se veía venir... ¡tanta abnegación por una tía anciana! es poco creíble, y no es que no crea en la humanidad es que...
ResponderEliminar¡los caprichos del amor!
biquiños,
p.d.: me encanta Victoria Abril en esta foto al más puro estilo Audrey.
Al final no sé quién es el padre y quién el hijo... es que también veo al hijo perdido en historias laberínticas y con lágrima fácil,... y enfermo de la memoria por querer matar al olvido.
ResponderEliminarGallardo hijo me produjo mucha tristeza... su ingenuidad...
Buen relato.
Un abrazo y un beso.
Hay un toque de humor en tu relato necesario para afrontar una circunstancia como la que cuentas.
ResponderEliminartambién hay otras muchas cosas más....como siempre.
Besossssssssssssssss
María.
El engaño es algo que no me gusta, las mentiras son dañinas. ¿qué impulsa a una persona a mentir sin ninguna necesidad? y me refiero en algunos casos en los que no hay ataduras.Talvez sea morbo o es que se autoencarcelan para darse luego el segundo grado y salir como un regalo.
ResponderEliminarVeo que la gente se sorprende o se indigna, pero en realidad el engaño es la tónica general. Eso es innegable.
ResponderEliminarPor cierto, el título de cuento de hoy me provoca una pregunta: Lo de Flora viene por lo de la "rosa"....pero ¿y lo de fauna?....Para responderme se me ocurre pensar en 'zorras' y también en 'animales cornudos'
:))))
JC
la Mari-Rosa es una mentirosa ruin, muy cutre. hay que ser elegante hasta para traicionar.
ResponderEliminarmucho mejor ser engañado por una mala maligna. y si se parece a la Victoria Abril de Amantes, caigo rendido a sus pies. ...o, me dejo hacer lo del pañuelo...
feliz verano
Yo creo que no todas las flores son rosas, y no todas las rosas tienen espinas.
ResponderEliminarPor cierto, me ha encantado el comentario de Aina. Tal vez forme parte del proceso evolutivo, o desevolutivo.
Besos a todos
Ay el amor, que tiene esta manía constante de terminarse y germinar en un nuevo terreno. ¿O eran las rosas? Es difícil ser una rosa, aunque más duro es ser un Gallardo.
ResponderEliminarMe encantó. Traje mi mascota, espero que no te moleste.
Besos, besos.
Yo creo que en algún momento somo Mari o Rosa, todo depende.
ResponderEliminarLlevar dos vidas debe ser magnífico.
Saludos,R.
Gallardo es un poco inocente, ¿no?
ResponderEliminarVamos, que se le veía venir hombre!!
Besicos
Pues si ese tal Felipe regenta una inmobiliaria mu buena gente....
ResponderEliminarSi quieres intentar oler la rosa, aunque sólo sea por un breve espacio de tiempo, tienes que arriesgarte a pincharte. Si no lo haces, no tendrás dolor, pero tampoco la podrás respirar..
ResponderEliminarY así es todo...
Un beso, del Aire
Raúl!!! Alma difusa...Vecino amigo...
ResponderEliminarEl tiempo pasa y hacemos por cicatrizar heridas...
Pero tú,tú sea de flora o de fauna,tu cada día escribes mejor...
La rosa....símbolo de modernidad...
Un abrazo grande grande,tienes Facebook?
Mía
¿Qué iba a decir yo? Ah, sí. Qué bueno eres, jodío.
ResponderEliminarBesos!
Como cantaban los 091: "tardé en comprender la verdad de las cosas: la espina es lo bello de la rosa".
ResponderEliminarpasaba a saludarte!
ResponderEliminarun abrazo!
¡¡Qué guapa y que enigmática, sobre todo, está Victoria Abril en esa escena de "Amantes"! Qué lástima que luego abra la boca fuera de guión y la cague, suelte una grosería que te pees.
ResponderEliminarGallardo es un hombre afortunado, ¿no te parece, colega?
ResponderEliminarMejor antes que después....
Y, además, puede ir al fútbol cada fin de semana... ;-)
Ya sabía que el placer de leerte lo tenía que dejar para después de la verbena...
Un abrazo.
Quizas, mas interesante que el engaño. Seria ver la cara de esa tercera persona que sin dudar, por su amistad hacia el y no por la envidia de que la tal mary...estuviera como un pan recien hecho. Dio la agradable noticia, por el bien del tal Galardito por supuesto..
ResponderEliminarSaludos y curiosas a la vez que entretenidas microsituaciones
Mucha fauna, falsa flora y mucho follaje.
ResponderEliminarSalud.
Ya lo dijo Gertrudis. Ya lo cantó Mecano. Algunos es que ni se enteran.
ResponderEliminarA esta Rosa Mari se le veía venir. Mucha tía moribunda.
ResponderEliminarPobre Gallardo, le va el nombre al dedo.
Besos
Estos Gallardos, uno atrapado en el laberinto de la desmemoria y el otro en ese tipo de espinoso engaño del que uno es último en enterarse, vienen a incorporarse a la galería de memorables personajes que voy conociendo en Elefantiasis, libro que tenía intención de leerme avanzado el verano pero que, probado el primer relato, me voy comiendo poco a poco: soy como aquel niño de “Érase una vez en América”, de Leone, que sentado en una escalera se fue comiendo el pastel que le llevaba aquella desinhibida vecinita en pago de sus favores: qué difícil dejarlo cuando ya has dado el primer mordisco. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, buenísimo como siempre.
ResponderEliminarCuanto dices en esa primera frase," algunas cosas no cambian nunca"
A veces es casi de agradecer que nos sorprenda un pinchazo para poder reaccionar.
Un abrazo Raúl.
El pobre Gallardo debía cambiar de nombre, Inocencio o mejor Babieca
ResponderEliminarUn placer como siempre
Si algo no conviente tener -por múltiples razones- es una 'novia de siempre'
ResponderEliminarYa. Y Gallardo, que era, un angelito? Me gustaría leer su historia...
ResponderEliminar(Y sí, las únicas que no pinchan son de plástico...)
Ya no puebla de gallardía la literatura sus historias, como antaño, que son las desvergüenzas y los engaños los que manchan de rojo las páginas de los libros. ¿Dónde están las damas, Raúl, dónde están los caballeros? Si das con ellos, escribe algo, de mi parte.
ResponderEliminarSi es que hay que desconfiar de las tías que tienen una enfermedad mortal y no hay manera...
ResponderEliminarBesitos.
El tal Gallardo ése (que menudo nombre le has puesto al colega) es un flojo de cojones. Y la tal Rosa María, un "putón desorejao", que decía mi abuela.
ResponderEliminarEso sí, como te piden por ahí, no estaria mal que ahora contaras la infrahistoria de él, que por flojo que sea, seguro que también tiene algún muerto dentro del armario.
Si es que.....
pd: Acabo de descubrir tu blog por recomendación. Me gusta.
Rafa Cardo
Como dice un primo mío: "Se la han metío doblada". La vida es eso: amar, dejar de amar, volver a amar, volver a dejar de amar y amar siempre...no conozco un estado mejor para el hombre que no sea : enamorado.
ResponderEliminarUn besito.
Excelente!
Sí, hay que ir con sumo cuidado con las rosas. Son preciosas, huelen bien, pero, es verdad, al final, acaba uno por pincharse.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algunas cosas no cambian nunca y no es que se tropiece siempre con la misma piedra, es que todas las piedras nos parecen iguales.
ResponderEliminarDe Gallardo sólo tenía el nombre y le pinchó una Rosa que más que espinas era calculadora y fría... en su carpe diem.
ResponderEliminarBesos, Raúl.
Hola... que no me olvido de tu blog...tardo en venir pero siempre que vengo me sorprendes aún más que la última vez que te visité..un saludo...tu siempre maravilloso en tu escritura....
ResponderEliminar¿Sabrá Felipe que es el siguiente de la lista en esperar la muerte de la tía soltera?
ResponderEliminarComo prometí, retorno de nuevo después de haber leído tu libro, para decirte...que ha merecido la pena leerte, fantástico¡
ResponderEliminarEnhorabuena.
Uff!! en tan pocas líneas describes magistralmente.
ResponderEliminarExcelente lo suyo.
Un gran saludo Raúl.
Flora y fauna acaba en seco, sin agua, sin aire, como muchas relaciones.
ResponderEliminarComo siempre, la adjetivación es muy muy acertada.
Felicidades también a Elena por el banner de Amantes. Era una pista.
Las rosas son erizos vegetales. O puerco espines bellísimos. Hay que andarse con ojo.
ResponderEliminarUn abrazo, Raúl.
Hola Raúl. Como bien dices, una rosa siempre acaba pinchando. Me ha gustado ese símil entre la historia, el nombre de la chica y el comienzo. Un abrazo.
ResponderEliminarLo de los novios de siempre, suele acabar mla , antes o después.
ResponderEliminarMe ha gustado , y tambien el juego con los nombres.
Un beso
Una vez leí algo que me impactó sobremanera Raúl:"Es difícil abandonar cuando ya no se quiere".
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