Fue una vecina la que dio el aviso. Al llamar a la policía dijo que el gato de los del tercero, de pelo atigrado y carita de pena,...
Quizá no lo parezca, es cierto, pero esto no es más que una sentida felicitación de Navidad para todos vosotros, lectores, que lo sois, tanto de este blog como de mi libro, ELEFANTIASIS.
Gracias por el año que me habéis regalado.
Gracias a ti, por los buenos ratos leyéndote y por tu compañía.
ResponderEliminarFeliz Navidad y mucho éxito en todos los proyectos que emprendas este próximo año.
Un beso grande.
Felices y elefantiásicas fiestas, Raúl. Y Un 2011 de buenas letras.
ResponderEliminarPedazo de regalo. Muchas gracias a ti . Y que nos hagas muchos mas regalos como este en el próximo año. Feliz Navidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Es cierto: no lo parece.
ResponderEliminarPero tanto dá: Feliz Navidad, Raúl, y gracias a tí por tus textos, aquí y en papel.
Un abrazo.
Raúl,
ResponderEliminarFeliz Navidad. Desde Honduras, una amante de la lectura te desea que sigas cosechando exitos, humildad y pasión por lo que haces.
Muchas Gracias!!!!
Feliz navidad para ti también Raúl.
ResponderEliminarQue agrado he tenido con tus escritos y demás, gracias a ti.
más que una sonrisa para las fiestas que se avecinan.
Sí, Feliz y laica navidad, y gracias por tus visitas.
ResponderEliminarAy, Raúl, gracias a ti, por tu arte, tu sonrisa y tu calidez, éste año pude "achucharte" y escuchate, un VERDADERO PLACER amigo :)
ResponderEliminarTe deseo unas muy Felices Fiestas y tanto o más éxito como el cosechado éste año!!!
Besos y sonrisas, muchas!!!
Navidad, dulce Navidad, no cabe duda...
ResponderEliminarGracias a vos. El regalo, en todo caso, ha sido recíproco y compartido.
Abrazos.
¡Qué buen rollo, jajaja!
ResponderEliminar:D
Pues Felices Fiestas, Raúl.
Y no olvides darle agüita al gato...
;)
Besos
Haciendo balance de esta relación virtual me queda un saldo muy favorable: haber disfrutado con tus textos y haber conocido a una persona sencilla que disfruta con los amigos-
ResponderEliminarNo cambies-
¡Mucha imaginación y sonrisas que nunca deben faltar!. ¡Por siempre!.
Un brindis por ti.
Buenísimo tu relato-
No entiendo. ¿Lo mató el gato? :)
ResponderEliminarGracias y Feliz Navidad.
Raúl gracias a ti por tantas sensaciones maravillosas y deleite para mis sentidos al leerte.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!
Un beso mágico muy fuerte
Bueno bueno, vengo a por un pedazo de turrón y me dejas un muerto, ¡ mira que eres original !. En fin, tendré que preparar yo algo de picar en mi cocina ;).
ResponderEliminarMe dicen en Canarias que Elefantiasis no está en troquel ?????, supongo que ahora que eres un escritor " édito" sabrás de esto. Desde que esté troquelado lo haré mío.
Felices Fiestas y gracias por compartir tu relatos.
Un abrazo de esos que menean ;)
Las navidades: esas maravillosas fechas tan propicias par los suicidios.
ResponderEliminarGracias a ti por tus buenisimos relatos y....
¡¡FELICES FIESTAS!!
JC
Seguro que era la película Qué bello es vivir.Ese filme que reponen cada año o,reponían.Ahora la Belén Esteban lo acapara todo,también motivo de suicidio.Bonito cuento de navidad,y luego dices de mí que te da miedo lo que escribo (sonrío).
ResponderEliminarTú también nos has dado mucho,mi querido amigo.A nivel personal;viajes,nuevos amigos,presentaciones.Incluso ¡bailamos juntos!Yo te dije:Raúl soy un hombre.Y tú me respondistes:Nadie es perfecto.
Un fuerte abrazo,amigo.
siempre he pensado que es peligrosísimo ver ¡Qué bello es vivir! en navidad. o acabas llorando, o peor, muerto.
ResponderEliminarespero que nosotros podamos sobrevivir a estas fiestas.
Feliz Navidad.
¡Feliz Navidad, Raúl!. Y que el año que entra sea mejor todavía para ti que el que sale.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Con la precisión y el talento de un músico, con el color y textura de un pintor, con la habilidad y destreza de un cirujano, ha conseguido usted, amigo Raúl, despertar durante este año insospechadas fibras dormidas de una íntima sensibilidad ya imprescindible.
ResponderEliminarGracias, mis mejores deseos y todo mi reconocimiento.
Gracias a ti, amigo, como dicen por ahí arriba, por esas preciosas páginas. Te deseo todo lo mejor para este ño que viene, que tu libro acabe de tener ese exitazo que ya se aproxima y que estés trabajando en un segundo aún mejor.
ResponderEliminarLo más inquietante de este relato es la cenefa de nubes de la habitación del niño. ¡Me despedaza!
ResponderEliminarBueno, y a ver si el año que viene dejamos de ser virtuales... Espero para felicitarte entonces. ;-)
Besitos,
Gracias a ti porque no lo podías haber terminado el año con una despedida mejor o lo que es lo mismo, una estupenda felicitación de navidad.
ResponderEliminarUn beso
Gracias a ti compañero. Por la ilusión y la energía desbordante que nos regalas.
ResponderEliminarQue el 2011 venga cargado de nuevos proyectos.
Un abrazo zurdo.
Y es que no hay peor cuento de horror que un cuento de navidad,lo que yo te diga.
ResponderEliminarEsta vez fue Él, la víctima. Detrás de una violencia siempre hay mucho que contar. En fin, la muerte no sabe de calenedarios.
ResponderEliminarBiquiños y que el año que viene sea tan próspero como éste. La madera ya la tienes, sólo tienes que seguir tallando.
Feliz Navidad!
ResponderEliminarA que no mola tener gato?
Un relato mortalmente divino.
Un beso.
Feliz navidad, a ti también, Raúl.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es acojonantemente divertido ese puntto de coña o de burla sbre la navidad que hay en tu relato. Que si el puto gato p'arriba y p'abajo, que si a un tipo muerto de pena porque e han abandonado (me juego las orejas aque se lo merecía) le da por ver ¡Que bello es vivir!, que si el mamón, que si el minino del final.... jejejeje
ResponderEliminarMuy buen micro.
¡¡Felices Fiestas!!
pd: difícil vas a tenere superar el año que has tenido en lo literario. Jejejeje.
Pobre gatito, menos mal que estos mininos se consuelan rápido y encuentran por donde cuadrar mejor, seguro que se marcharía con alguno de los polis y éste se lo regalaría a sus hijos por navidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazote y que tengamos muchos relatos tuyos.....yo he llegado tarde este año, pero el que viene quiero razón doble.
Una felicitación muy elefantiásica, por cierto. Puestos a comparar, menos cruel incluso que la niña de los fósforos de Dickens.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad! O lo que sea.
Muchas gracias a ti, por saber colocar las palabras exactas en cada relato, por sacar sonrisas y ternura...
ResponderEliminarPor cierto una felicitación de navidad la tuya original.
Besitos.
Diviérte estos días y te deseo mucha suerte para el año que comienza.
ResponderEliminarEstupenda felicitación. A pasar buenos días, claro que sí.
ResponderEliminarPor dios, Raúl... ¿y las risas de la noche que me regalaste?
ResponderEliminarEso no tiene precio...
Besicos
¡jaja! qué jocoso relato, como siempre te aplaudo a palmas honestas.
ResponderEliminarFelices Farras, amigo Raúl, que el placer satisfaga al ser conforme a sus poderes.
Felices farras a todos los lectores de este magnífico espacio.
Preciosa felicitación en tu tono habitual de cine negro. Tal vez el gato, que no tiene culpa de nada, hubiera preferido un plato de leche. Más alimenticio que el agua. Al fin y al cabo el minino cumplió con su misión.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz Navidad.
Jajaja ...
ResponderEliminarme creo lo de "sentida " , Raúl.
Y es que todavía me estoy recuperando del final de este texto .
Vaya , vaya.
...
Yo tb te deseo feliz Navidad .
Debo ser de las pocas que no ha leído tu libro pero eso se va a solventar en el 2011 , a que sí ??
Un abrazo y un montón de buenos deseos para ti y tu talento .
Hola, ola de mar...( casi congelada)
ResponderEliminarFelices días Raúl, de antes de ayer al menos, hasta...el infinito.
Por supuesto, desde mi fría tierra, donde tengo frío por fuera, y calorcito por dentro.
PD. Perdón por el spam de mi correo, debe ser un virus de la fábrica de Gates..
Un beso
Un bonito regalo el que nos haces con tu relato. De corazón te deseo una Feliz Navidad para ti también Raul. Y que el 2011 nos cuentes muchas historias más. Un abrazo.
ResponderEliminarComo me encuentro algo gris estos días, tu regalo no me desentona, pero hay que joerse con la dureza del relato...en fin,un alto en el camino de las campanitas y las trompetas.Tu relato es otra de las caras de la Navidad, por qué no...
ResponderEliminarUn abrazo, felices días y gracias por todos tus regalos: los de color y los de blanco y negro.
Sin tu estilo, este regalo de Navidad no hubiera sido lo mismo.
ResponderEliminarFelicidades de corazón y lo mejor para el año próximo, desde este agobiante 25 de diciembre de mi hemisferio.
Gracias Raúl, me ha llegado al alma lo del gato, el dueño seguro que era un mamón como decía la carta, mira que dejar así a un pobre minino.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz navidad.
Desde mi posición de alérgica (también a los gatos) buen final.
ResponderEliminarNo sé si desearte felices fiestas o que se te estropee el reproductor de DVD. Mejor las dos cosas.
Y me deseo (egoísmo navideño) que el año que viene pueda seguir disfrutando y aprendiendo de tus relatos.
Salut
Felices Fiestas.........
ResponderEliminarLeo tu cuento, estupendo
ResponderEliminarY leo los comentarios...algunos adolecen de ese vicio eterno de intentarle buscar finalidades a la realidad, no digamos ya moralejas.
Repito: estupendo
FELIZ 2011!!!
ResponderEliminarMe alegra un montón que ya conozcas a Lansky!
Kuss
Un abrazo y a seguir caminando...
ResponderEliminarPD: me llevo al gato :)
El silencio clínico siempre es un mal presagio porque se mastica el abismo próximo.
ResponderEliminarUna postal en blanco y negro delicadamente cincelada.
Una sonrisa
¿Existe mejor felicitación? Permíteme la vulgaridad expresiva,¡a la mierda los christmas!.
ResponderEliminarCreo que sé como continúa, al gato lo sacrifican en la perrera -¡qué ironía lingüística- y Anabel niega la firma de la nota y se marcha al Caribe o a París que es más romántico.
Fantástico el dulce olor de las novelas de género, reinventado a casa paraje evocado por tus golpes incesantes al teclado.
En contacto.
Felices fiestas, Raúl, que el 2011 siga siendo elefantástico. Un abrazo.
ResponderEliminarSe ve que el muerto estaba más enamorado del puto gato que de la tal Anabel.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias a ti por regalarnos tantos momentos ¡¡¡elefantiasticos!!!, te deseo lo mejor para estas fiestas y que el año te traiga mucho pero que mucho éxito
ResponderEliminarGracias a ti Raúl, por darnos estos momentos tan fascinantes. También te deseo lo mejor en estos días y que el 2011 sea mucho mejor.
ResponderEliminarUn abrazo grandote
Naia
Gracias a ti, Raúl, por el magnífico libro que nos has regalado. Cada uno de tus post es como un relato más a añadir al papel policarbonado. Enhorabuena y más éxitos para los años venideros.
ResponderEliminarAbrazos
Feliz Navidad para ti Raúl, y muchas gracias por tu visita, no sabes lo mucho que significa. Mis mejores deseos para este 2011 =)
ResponderEliminarJa, ja, raúl, me encanta este final tan tuyo porque, en realidad, ¿lo mató ella? (hipótesis en la que no creo) o el muy vengativo cogió la tarjeta, se la puso bien visible para que no hubiera posibilidad de que pasara inadvertida, y él solito se rajó... Ay, que me parece que ha sido esto último.
ResponderEliminarQue el 2011 te mantenga tan activo, sutil y divertido, y te siga obsequiando con miles de lectores. Besotes.
Ja, ja, raúl, qué regalo tan tuyo, tan agudo y humorístico y con ese final abierto. ¿Ha sido ella la que matado al marido? Es una hipótesis que no me cuadra. Yo creo que el hombre ha cogido la tarjetita, se la ha puesto bien visible para que no pueda pasar inadvertida, y él mismo se ha rajado, sólo para joderla. O sea, que el jodido no es sólo el gato...
ResponderEliminarEspero que el 2011 te encuentre con el mismo buen humor y te regale felicidad, buen rollo, salud y muchísimoas más lectores.
Un abrazo enorme.
Feliz Navidad, Raúl, y gracias por tu amistad. Eres un gran escritor y siempre es un placer pasar por aquí y leer tus magníficos relatos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.
Hola, Raúl, pues aunque no sea realmente una felicitación que irradie, precisamente, felicidad, es la que más le va a tu blog, tan negro negrísimo que si ese gato fuese negro, en lugar de atigrado, sería ya el colmo de la perfección.
ResponderEliminarY es que la vida pocas satisfacciones nos da y tus relatos son tan reales como la vida misma.
Vengo con retraso, pero espero que hayas pasado unos días estupendos y te deseo que el 2011 te depare, de lo bueno, lo mejor.
Un besazo y mucha felicidad, escritorazo!! (Es que, como ahora soy "poetisa" tenía que hacer un ripio con "besazo" y "escritorazo", jeje, ¡ay, qué no descansa la maldad que habita en mí!).
Para Anabel seguramente sí fue una feliz Navidad. E intuyo que el gato necesitaba algo más que un poco de agua para callar.
ResponderEliminarMuy bueno. Me gustó mucho la historia.
Besos
Uyyyy¡¡ Que tristes relatos para las estas fechas...hoy me voy temprano de tus páginas porque me ponen más triste de lo que estoy...un saludo y un abrazo fuerte.
ResponderEliminarPues yo tenía un gatito...y lo echo de menos.
ResponderEliminar:)
No se puede negar que Anabel dio con una forma original de felicitar la Navidad. Y es que tiene razon, tanto Frank Capra y tanta hostia...
ResponderEliminarFeliz año (recordable: nació Elefantiasis). Felices días (con retraso, pero bueno).
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