Pocas cosas, muy pocas cosas de entre las que te he leído no me han acabado. Este relato no es una excepción. No sólo tienes una concepción del micro de lo mas peculiar, sino que además te sacas de la chistera algunas frases acojonantes. "De entre los pliegues de su ocaso". Buenas noches.
Fenomenal retrato de la molicie, de la decadencia personal, del tirar una vida por el retrete.
PD. Estoy haciendo lo posible por asistir, pero el hecho de que sea viernes, y no sábado, me pone un montón de trabas, sobre todo porque salgo muy tarde del trabajo como para llegar...
No me atrevo a añadir ni tan siquiera un pequeño comentario. Disfruto leyendo lo que escribes. ¡Por fin en Barcelona! Lástima de que es en un fin de semana "largo".Haré cuanto pueda por salir el sábado. Un beso
Hay amaneceres oscuros y de aires espesos. Como el alma de tus personajes- Me ha gustado- Un abrazo Estaré en la Bertrand para hacerme con tu libro (no te librarás de una dedicatoria)- Y de otra para una gran amiga que comparte nuestros blogs y que desde Argentina me lo ha pedido.
En el mejor de los casos hubo un mundo donde alguna vez se chapoteó entre el alcohol, la droga, el sexo y la mentira, para no hundirse más de lo necesario, para no sucumbir. Pero en realidad el tiempo te dice que se sobrevive a esa espiral de resacas sólo por azar. Algo de eso creo que hay en tu magnífica narración en la que tan consideradamente nos ahorras los detalles más sórdidos y las consecuencias más amables.
Un abrazo, mucha suerte y mil gracias por tu visita.
La historia de mi vida practicamente si cambias la coca por el orujo. ¿Cual soy yo? Enhorabuena por ese paseo por España de Elefantiasis.¿Te he dicho que me encanta? A ver si vuelves a organizar algo en Madrid y me lo firmas. Un abrazo
No es coba, vaya eso por delante: me encanta como describes en tu narración a los personajes -tan de verdad- casi se tocan, son personas de carne débil y frágil espíritu... muy fácil de identificarlos y de identificarse uno mismo. De nuevo: es un gusto leerte, por encima del tema tu virtuosismo como escritor. Gracias
Unidos por la decadencia o unidos en la decadencia... Tal vez sea lo mismo, aunque no lo creo. Por unas horas dan una razón a su vida, le dan sentido al tiempo que se lo quitan. Fantástico relato con muchos instantes a destacar.
unos versos, la excusa perfecta, como cualquier otra, para una noche de excesos. si a la maña siguiente llega la arcada, la frustración y se olvidaron los versos, es que tpc eran muy buenos. hay veces que no recordamos ni su nombre...
Muy actual,muy crudo. Tan real que casi puedo sentir las arcadas en ascensor. Los pliegues del ocaso están llenos de parejas como esta. Son las sombras matinales del desamor.
Un retrato implacable del artista postmoderno que publica dos novelas que no leeria nadie si no las anunciaran a bombo y platillo en los suplementos culturales de los periodicos, y del que dentro de nada no se acordara ni el que se las edito. Diria que, aunque estos dos pajaros son escritores, tambien podrian haber sido directores de cine o profesores de universidad. Y asi nos luce el pelo.
Una de esas historias tan patéticas como la vida misma, como las glorias de quienes se inventan un futuro fementido y se evaden con coca o alcohol de una realidad que deploran...En fin...
Y bueno, aprovecho también a agradecerte tus visitas, y a llevarte un poquito la contraria con respecto a tu comentario, jejeje, ya que Isabel Barceló ha escrito una preciosa novela sobre la reina Dido, pero ya mucho antes de eso me había leído "La Eneida" y antes de tener mi primer blog, hace 3 años, estuve de viaje en Túnez, visitando también las ruinas de Cartago, pues Dido es una de mis heroínas favoritas. Y en ese mismo blog hay hasta una entrada dedicada a esas ruinas. Un beso, mi niño, y una sonrisa.
Claro que lo saboreamos. Ésa es la sensación que dejan tus textos: palpables, próximos, deleitables. Y con la síntesis propia de tu estilo, como un plato que ofrece justo la cantidad necesaria. Para que luego de saciada nuestra hambre, nos quedemos aún con deseos de un poco más. Un abrazo.
Qué final más desolador. Por aquello del olvido del manuscrito, pero también por ese otro de ir cargado con él a la cita. Auqnue parezca claro, no sé en realidad quién estaba utilizando a quién ni cuál es el que lleva la peor parte de tu historia
Utilizar el sexo para sentirse joven, o para que te publiquen un libro, o simplemente sentirse vivo, es una derrota de una batalla que ni siquiera ha empezado.
que terrible derrota la que cuentas Raúl. Cuando se vive en días descoloridos, sorbiendo de a poco sólo lujuria y uno se dice a sí mismo, es lo que hay...
Umh... aunque la literatura miente por principio con la ilusión de sugerir o destapar la verdad si es que esta existe... el caso que este relato pudiera pasar como sospechosamente autobiográfico ;) Imagino que nos quedaremos con la duda. Un saludo
Muchas veces bajo la capa del arte, se esconde mucha basura. No es la primera vez que escribes de esta miseria "artística" y simpre lo haces de forma excelente. Besosssss.
El relato me ha transportado a un solar vacio y sucio en un amanecer urbano vacío y sucio también. Qué buenos son tus relatos, pero qué demoledores. Besos Raúl y a pasrlo bien en Barcelona
El sexo puede ser un todo, pero también puede ser solamente eso…algo efímero, como la noche y sus excesos…todos aparentemente fenomenales, pero insignificantes a la larga.
Que triste suena ese amanecer mal compartido: aunque lo adornas con frases poéticas e imágenes sugerentes, es triste y amargo.
ResponderEliminarSaludos.
Pocas cosas, muy pocas cosas de entre las que te he leído no me han acabado. Este relato no es una excepción. No sólo tienes una concepción del micro de lo mas peculiar, sino que además te sacas de la chistera algunas frases acojonantes. "De entre los pliegues de su ocaso".
ResponderEliminarBuenas noches.
J.C.
Fenomenal retrato de la molicie, de la decadencia personal, del tirar una vida por el retrete.
ResponderEliminarPD. Estoy haciendo lo posible por asistir, pero el hecho de que sea viernes, y no sábado, me pone un montón de trabas, sobre todo porque salgo muy tarde del trabajo como para llegar...
"subrrayar lo único que sienten el uno por el otro"
ResponderEliminarMe gustó.
p.d Oye Raúl. Si quieres coloco tu Elefantiasis en El Microrrelatista.
Un abrazo.
llega el 29, llega el 29, llega el 29.... sonrío y sonrío, eres fantástico querido Raúl :)
ResponderEliminarBuen micro, Raúl. Triste como la triste realidad.
ResponderEliminar...besito a besito...murió el poeta en un país vecino...
ResponderEliminarQué pareja más desastrosa :)
Veo que va la cosa de escrituras y camas... No te deseo suerte para el día 29 porque ya sabes cómo lidiar en ese tipo de ruedos :)
ResponderEliminarAbrazos
P.D.: Elefantiasis ya espera su turno, es el siguiente en pasar por mis manos.
No me atrevo a añadir ni tan siquiera un pequeño comentario. Disfruto leyendo lo que escribes.
ResponderEliminar¡Por fin en Barcelona! Lástima de que es en un fin de semana "largo".Haré cuanto pueda por salir el sábado.
Un beso
Hay amaneceres oscuros y de aires espesos. Como el alma de tus personajes-
ResponderEliminarMe ha gustado-
Un abrazo
Estaré en la Bertrand para hacerme con tu libro (no te librarás de una dedicatoria)- Y de otra para una gran amiga que comparte nuestros blogs y que desde Argentina me lo ha pedido.
Qué solos estamos, joer!
ResponderEliminarbsos
b
En el mejor de los casos hubo un mundo donde alguna vez se chapoteó entre el alcohol, la droga, el sexo y la mentira, para no hundirse más de lo necesario, para no sucumbir. Pero en realidad el tiempo te dice que se sobrevive a esa espiral de resacas sólo por azar. Algo de eso creo que hay en tu magnífica narración en la que tan consideradamente nos ahorras los detalles más sórdidos y las consecuencias más amables.
ResponderEliminarUn abrazo, mucha suerte y mil gracias por tu visita.
Excelente!!!! Como todos los tuyos Raúl.
ResponderEliminar¿Será que después del 29 se produce otro encuentro como este que nos narras?
Sonrío
blanca = nat
ResponderEliminarmua!!
Hay personas que no saben aceptar que todo cambia para bien y para mal, quizás nadie sepa pero unos lo llevan mejor que otros. Magnifico relato.
ResponderEliminarQue decadente. Como me gusta.
ResponderEliminarLa historia de mi vida practicamente si cambias la coca por el orujo. ¿Cual soy yo?
ResponderEliminarEnhorabuena por ese paseo por España de Elefantiasis.¿Te he dicho que me encanta? A ver si vuelves a organizar algo en Madrid y me lo firmas.
Un abrazo
Demoledor y bello como siempre Raúl, me ha encantado, a veces la vida también es así de triste, gracias siempre, un abrazo.
ResponderEliminarQue lo pasen bien en Barcelona. Estupendo este texto y genial el final. Un abrazo Raúl.
ResponderEliminarNo es coba, vaya eso por delante: me encanta como describes en tu narración a los personajes -tan de verdad- casi se tocan, son personas de carne débil y frágil espíritu... muy fácil de identificarlos y de identificarse uno mismo. De nuevo: es un gusto leerte, por encima del tema tu virtuosismo como escritor.
ResponderEliminarGracias
Es un relato desgarrado y táctil. De amor y desengaño. Como la vida misma.
ResponderEliminarExcelente prosa, paisano.
Un abrazo.
Por ese amanecer, merece la pena mentirse, saborearse y hasta descubrise...
ResponderEliminarHola, amigo bloguero.
Hay noches en los que es mejor no salir... o no entrar...
ResponderEliminarBesicos
P.D me vas a matar a Marianooooo
Veo que no bajas el nivel ni en plena promoción del libr. Has conseguido tener un estilo inconfundible, y eso, es muy difícil, querido Raúl.
ResponderEliminarSuena tan triste como como compartir pizza con sabor a rancio, sabanas usadas y carmin de segunda mano
ResponderEliminarUn saludo
Unidos por la decadencia o unidos en la decadencia... Tal vez sea lo mismo, aunque no lo creo. Por unas horas dan una razón a su vida, le dan sentido al tiempo que se lo quitan.
ResponderEliminarFantástico relato con muchos instantes a destacar.
Besos
PD. Que te vaya muy bien en Barcelona.
Acertado retrato del mercado, de la adecuación de la oferta a la demanda. Ideal para 1º de Ciencias Económicas.
ResponderEliminarUn abrazo,
Qué triste!
ResponderEliminarAy qué triste!
unos versos, la excusa perfecta, como cualquier otra, para una noche de excesos.
ResponderEliminarsi a la maña siguiente llega la arcada, la frustración y se olvidaron los versos, es que tpc eran muy buenos.
hay veces que no recordamos ni su nombre...
un abrazo.
Muy actual,muy crudo. Tan real que casi puedo sentir las arcadas en ascensor. Los pliegues del ocaso están llenos de parejas como esta. Son las sombras matinales del desamor.
ResponderEliminarBuen retrato de un ocaso.
ResponderEliminarUn retrato implacable del artista postmoderno que publica dos novelas que no leeria nadie si no las anunciaran a bombo y platillo en los suplementos culturales de los periodicos, y del que dentro de nada no se acordara ni el que se las edito. Diria que, aunque estos dos pajaros son escritores, tambien podrian haber sido directores de cine o profesores de universidad. Y asi nos luce el pelo.
ResponderEliminarUna de esas historias tan patéticas como la vida misma, como las glorias de quienes se inventan un futuro fementido y se evaden con coca o alcohol de una realidad que deploran...En fin...
ResponderEliminarY bueno, aprovecho también a agradecerte tus visitas, y a llevarte un poquito la contraria con respecto a tu comentario, jejeje, ya que Isabel Barceló ha escrito una preciosa novela sobre la reina Dido, pero ya mucho antes de eso me había leído "La Eneida" y antes de tener mi primer blog, hace 3 años, estuve de viaje en Túnez, visitando también las ruinas de Cartago, pues Dido es una de mis heroínas favoritas. Y en ese mismo blog hay hasta una entrada dedicada a esas ruinas. Un beso, mi niño, y una sonrisa.
Claro que lo saboreamos. Ésa es la sensación que dejan tus textos: palpables, próximos, deleitables. Y con la síntesis propia de tu estilo, como un plato que ofrece justo la cantidad necesaria. Para que luego de saciada nuestra hambre, nos quedemos aún con deseos de un poco más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué final más desolador. Por aquello del olvido del manuscrito, pero también por ese otro de ir cargado con él a la cita. Auqnue parezca claro, no sé en realidad quién estaba utilizando a quién ni cuál es el que lleva la peor parte de tu historia
ResponderEliminarLa peor imagen es la del manuscrito violentado en un cama sin futuro. ¿sería una buena novela?
ResponderEliminarSalut
Utilizar el sexo para sentirse joven, o para que te publiquen un libro, o simplemente sentirse vivo, es una derrota de una batalla que ni siquiera ha empezado.
ResponderEliminarDejo el blog en estado cerrado ya que no publico,vale?
ResponderEliminarNo quería hacerlo sin avisar.
Besossss Raúl
¡Que asco de vidas! No tiene sentido mentirse y mentir así, da pena vivir una vida tan vacía...
ResponderEliminarBesitos.
Uffs... qué triste la vida de las escritoras sin talento.
ResponderEliminar:)
Con esta propaganda, ¿a ver quién se apunta a tu presentación del viernes?, majo. Sólo casados, solteros recalcitrantes, o parejas muy estables.
ResponderEliminarque terrible derrota la que cuentas Raúl. Cuando se vive en días descoloridos, sorbiendo de a poco sólo lujuria y uno se dice a sí mismo, es lo que hay...
ResponderEliminarbesos y abrazos!!
¡qué duro¡ ¿no te parece?
ResponderEliminarmenos mal que yo encontré a Mariano.
Besos
Me encantan estas historias tuyas, de implacable tristeza. Muy bien contado.
ResponderEliminarUn tanto bulímico, momentos de lujuria y excesos dominados por las mismas ansias que las de vaciarse entre festines.
ResponderEliminarGenial tu relato.
Supongo que, pese a la irreparable pérdida del manuscrito, volverán a citarse la semana que viene.
ResponderEliminarRaúl:
ResponderEliminarHay gente para todo.
☺
Una imagen triste pero real, demasiado real. Qué lejos queda el amor...
ResponderEliminarBrillante, una vez más.
Beso.
Umh... aunque la literatura miente por principio con la ilusión de sugerir o destapar la verdad si es que esta existe... el caso que este relato pudiera pasar como sospechosamente autobiográfico ;) Imagino que nos quedaremos con la duda. Un saludo
ResponderEliminarMuchas veces bajo la capa del arte, se esconde mucha basura. No es la primera vez que escribes de esta miseria "artística" y simpre lo haces de forma excelente.
ResponderEliminarBesosssss.
pd: Muchíiiisima suerte en Barcelona.
María
Hay amores que matan...lo bueno es que en este caso,ambos saben que no es amor...probablemente por eso funciona.
ResponderEliminarUn besito.
El relato me ha transportado a un solar vacio y sucio en un amanecer urbano vacío y sucio también.
ResponderEliminarQué buenos son tus relatos, pero qué demoledores.
Besos Raúl y a pasrlo bien en Barcelona
Que triste es este relato, las cosas que se llegan a hacer pon interés.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
A disfrutar del día de hoy, el del triunfo de Elefantiasis en la ciudad condal.
ResponderEliminar¡¡Mucha merda!!
Sandra.
Te queda triste pero muy bien el texto. un placer pasar por tu casa.
ResponderEliminarQue disfrutes la noche de haloween.
un abrazo.
Mentes muy confusas, las de Félix y Patricia. Me parece a mí.
ResponderEliminar:)
El sexo puede ser un todo, pero también puede ser solamente eso…algo efímero, como la noche y sus excesos…todos aparentemente fenomenales, pero insignificantes a la larga.
ResponderEliminarAbrazo
Letras y coca, camas y amores corrompidos: qué bien narras, amigo.
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